Tocaba analizar con más lupa el amistoso ante el Almería de Rubi. Un equipo de Primera División y que prácticamente mantuvo el bloque que le dio el ascenso. Samú Costa, Sadiq, Ramazani salieron de inicio, pero el Málaga después de este bolo sube un escalón. Lo hizo físicamente y también con mayor dotes futbolísticas. Los de Guede mostraron más piernas, claridad de ideas y como dijo Esteban Burgos porque la ‘máquina empieza a funcionar’
Y es que el Málaga ofreció su imagen más redonda. Fue fiable defensivamente en líneas generales. Mantuvo controlada las acciones a balón parado del rival y mostró colmillo en la presión. Aunque se pudieron momentos de desajustes propios de pretemporada, sí se vio una plantilla más equilibrada en su balance ofensivo. Dentro de esa mano a mano y campo abierto que tanto defiende el argentino, mantuvo el ritmo alto de presión y una gran capacidad física pese a las palizas de Guede.
No solo brillaron nombres propios como Jozabed, Burgos o Javi Jiménez, sino que el bloque utilizado en el tramo final de partido respondió con la misma actitud y claridad futbolística. Ocho canteranos en el verde terminaron un partido en el que el Málaga mereció más. La imagen de un Almería encerrado y casi pidiendo la hora es un claro síntoma de que este Málaga sube un escalón. Este sábado otra cita para seguir auditando y supervisando si la progresión deportiva de los blanquiazules no es flor de un día.