La buena dinámica del Málaga en el mes de marzo se ha visto truncada en los últimos partidos. La derrota contra el Almería ha convertido una racha de cuatros encuentros sin perder en una de tres jornadas sin conocer la victoria. Un problema que ha venido a coincidir en espacio y tiempo con el momento en el que los de Martiricos rozaban el objetivo de colarse en los playoffs por el ascenso. Un objetivo tan ambicioso que no entraba en los planes ni de la dirección deportiva, la plantilla y el cuerpo técnico. Un quiero y no puedo constante para el Málaga.
Cada vez que los malaguistas han conseguido un amplio colchón con respecto al descenso y se han acercado a la zona noble han bajado su rendimiento. La primera vez que ocurrió fue en las primeras jornadas del campeonato. Tras un arranque muy por encima de las expectativas, con cuatro victorias en siete jornadas, el equipo sufrió una caída. En las siguientes jornadas el equipo solo sumó cuatro puntos de quince, cayendo de nuevo a la zona media de la clasificación.
A pesar del bache, que coincidió con un calendario complicado, el equipo se rehizo. Consiguió dos victorias de mucho valor en el Fernando Torres de Fuenlabrada y en Montilivi. Se alcanzó la séptima plaza a pocas jornadas del ecuador de la competición. El Málaga estaba a un punto del sexto y a dos del quinto, Ponferradina y Sporting respectivamente.
Vino entonces el peor momento de la temporada para los boquerones. Una victoria en tres meses (diciembre, enero y febrero) alejaron al equipo de los puestos altos. Los de Pellicer eran decimoquintos y veían por primera vez de cerca los puestos de descenso a 2ªB, solo seis puntos de diferencia con el Cartagena. Nueve de doce puntos sacaron al equipo de la mala dinámica y le devolvieron al carril del optimismo y la ilusión.
Además, en la tarde del 21 de marzo, y antes del empate del Tenerife en una jugada polémica que todavía colea en la ciudad, el Málaga volvió a estar a tres puntos del Rayo Vallecano y la sexta posición. Finalmente, dos empates y una derrota han vuelto a colocar a los de Martiricos lejos del sueño del ascenso. Un quiero y no puedo constante para un Málaga cuyo objetivo de la permanencia puede estar matemáticamente hablando a solo tres victorias teniendo en cuenta medias de puntuación pasadas.