El Málaga CF vive una semana larga y complicada. El empate contra el Oviedo unido al triunfo de la Real Sociedad B ha dejado el descenso a tan solo dos puntos. Se trata de la situación más delicada del conjunto blanquiazul en mucho tiempo. La respuesta del Málaga ha sido meterse en el búnker. La entidad de Martiricos comunicó a los medios que esta semana no habrá entrevistas personales con los jugadores. Una manera de sellar la cúpula del equipo de La Rosaleda en la previa del partido de este fin de semana contra el Tenerife. No todas las semanas hay entrevistas, pero resulta extraño que en las puertas de un choque tan importante y tras una entrada de 21.800 espectadores, el club haya optado por esta situación.
Entrenamiento toda la semana después de haber descansado este lunes. Una semana con varias sesiones donde Pablo Guede tendrá que volver a tirar de la psicología para preparar a sus jugadores con lo que queda. Tres finales, tal y como lo dijeron Genaro y el propio, que empiezan en Tenerife y con la baja de Juan Soriano para los de Ramis. El club costasoleño guardará silencio y se espera que haya una rueda de prensa de un jugador. El que sí dará su comparecencia habitual es Pablo Guede. El argentino volverá a ser el escudo malaguista en esta situación de crisis.
El Málaga se mete en el búnker para preparar la final de Tenerife. Sin declaraciones extras y con la concentración por la nubes para una cita importante. Los blanquiazules se ejercitarán toda la semana a las 10h00 de la mañana en La Rosaleda. La excepción será el sábado, los de Guede se mudarán a la Federación Malagueña para entrenar antes de marcharse a las 17h00 de la tarde rumbo a las islas afortunadas para jugar el domingo ante el Tenerife.
