Dos disparos a la madera que lo pudieron cambiar todo y, en esa última finura, quien sí estuvo acertado -y por doble partida- fue… Borja Bastón. Los de José Alberto, víctimas del pasado y la injusticia que dejan en cinco partidos la racha de encuentros consecutivos sin conocer la derrota. El Málaga se lleva un palo en Oviedo en el típico partido de Segunda donde la precisión de las áreas dicta sentencia. La maldición foránea sigue vigente.
La tarde no pudo comenzar de mejor forma con el regreso de Pablo Chavarría, pero iba a ser de lo poco salvable hasta el descanso. La imprecisión reinó en el conjunto visitante en todo momento con apenas dos disparos a puerta en el primer acto. Uno de Paulino y otro de Genaro Rodríguez, que buscó el gol de la temporada desde su casa e iba a ser protagonista más tarde. Era una «final» contra un equipo de su liga que aspira a la zona alta de la tabla y el boquerón no respondía.
¿Quién sí lo hizo? Un tal Borja Bastón. El último ‘9’ del Málaga en Primera -que solo anotó dos dianas en el fatídico año del descenso- se rindió a la motivación extra y la ley del ex para merendarse a David Lombán en el juego aéreo y batir a Dani Martín con un cabezazo inapelable, que significó el 1-0 en el luminoso del Carlos Tartiere. La falta de intensidad y los fantasmas del amaranto aparecieron en la capital asturiana y José Alberto debía reaccionar en el paso por los vestuarios.
Dos palos… y Borja Bastón
Brandon Thomas y Haitam fueron la doble elección del míster con la intención de buscar las tablas, porque era necesario revolucionar el juego malaguista. Pues bien, ni 180 segundos fueron necesarios para ver cómo Viti perdonó el 2-0 al buscar con calidad el palo largo. No era por la calidad del rival: estaban sin ideas, desdibujados y, en definitiva, perdidos en el Carlos Tartiere.
Sin embargo, la lluvia hizo acto de presencia a la vez que el Málaga mejoró con el paso de los minutos. Kevin, que lamió el empate en una buena reacción de Femenías, pidió el cambio por su tobillo izquierdo. Aunque, a veces, lo malo precede a lo bueno: Genaro Rodríguez sacó las alas para cabecear de forma imperial la falta de Víctor Gómez y colocar el tan ansiado 1-1 en el electrónico.
Hasta dos balones a la madera mandó el Málaga, al que le faltó la precisión final en el último tramo del partido. Y ese acierto lo volvió a tener prácticamente sobre la bocina… Borja Bastón. Otro cabezazo, otro palo directo al estómago y otro jarro de agua fría que Dani Martín apenas pudo evitar. La moneda giró en el aire hasta que el ‘9’ la cogió y le señaló la cruz al Málaga, que se lleva un palo difícil de olvidar en Oviedo.
FICHA TÉCNICA:
REAL OVIEDO (José Ángel Ziganda): Femenías; Lucas, Costas, Calvo, Mossa (C) (Pierre Cornud, 81′); Brugman (Luismi, 90′), Jimmy; Sangalli (Jirka, 73′), Viti (Matheus Aiás, 81′); Obeng (Pombo, 72′), Borja Bastón
MÁLAGA CF (José Alberto): Dani Martín; Víctor Gómez, Juande, Lombán (C), Braian Cufré (Javi Jiménez, 67′); Escassi (Ramón, 72′), Genaro Rodríguez, Jozabed (Haitam, 45′); Paulino, Kevin (Antoñín, 67′), Pablo Chavarría (Brandon Thomas, 45′)
GOLES: 1-0 (Borja Bastón, 20′); 1-1 (Genaro Rodríguez, 75′); 2-1 (Borja Bastón, 90′)
ÁRBITRO PRINCIPAL: Ais Reig, del colegio valenciano
