Reactivar una vía de ingresos. Esa es la realidad. El Málaga anhela cuándo y cómo puede activar el retorno de los aficionados a las gradas. Una decisión que no depende del club y sí de las autoridades sanitarias. La campaña de abonos está en pause pese a estar ya más que definida.
Los últimos datos del coronavirus no son nada positivos y el silencio de la Junta también impide que el Málaga CF ponga en marcha su campaña de socios. La pelota está en el techo de la Consejería de Salud y es que la competencia sobre el número de personas que pueden acceder a las instalaciones deportivas para competiciones profesionales corre a cargo de los gobiernos autonómicos.
A día de hoy, la Junta sigue analizando la situación y la evolución de la pandemia para dar una respuesta en próximas fechas. Una comunicación muy esperada puesto que al Málaga le urge sacar ya su campaña de abonos. La incidencia acumulada en la provincia y en la capital preocupa bastante a las autoridades sanitarias, de ahí a que no haya comunicación al respecto. En la jornada de ayer se decretó el toque de queda en Estepona y en Marbella. Un varapalo para la vuelta a la normalidad y por tanto, un freno para el retorno de los aficionados a las gradas.
La Liga quiere que se recupere el aspecto ‘casi’ similar al experimentado antes de la pandemia. Con una capacidad limitada, pero en definitiva con público en las gradas. La estimación de Tebas es un retorno con alrededor del 70% de los espectadores. Aún se desconoce el aforo y la capacidad que podrá albergar la Rosaleda este próximo curso, pero es cierto que el club necesita arrancar la maquinaría de abonos cuanto antes.
En clave blanquiazul, la campaña de abonos es una fuente importante de ingresos y de momento, el tema continúa apalancado. Es cierto que el Málaga ya tiene clara su hoja de ruta y la estrategia a seguir, pero de momento se encuentra atado de pies y manos a expensas de las decisiones que tome el comité de expertos de la Junta de Andalucía. La línea de la prudencia es la opción escogida por parte del club puesto que no hay otra solución.
El gobierno autonómico aún no se ha pronunciado y el Málaga sigue a la espera. Una espera que no favorece a las arcas del club que necesita ‘vender’ la mayor cantidad de abonos. El malaguismo respondió con creces en esa primera fase con el sí quiero de más de 7.000 fieles malaguistas en mes y medio. Mientras, el Málaga sigue prudente ante una campaña de abonos que sigue guardada en borradores.