El equipo blanquiazul vuelve a estar en puestos de liguilla de play off. 324 días después, el Málaga duerme en zona privilegiada. Ha llovido bastante desde aquel conjunto que dirigía Sergio Pellicer al de ahora. Casi una temporada completa. Casualidades del destino, lo hizo con José Alberto de actor secundario.
En la 2020/2021 el Málaga mostró un arranque impensable por los grandes problemas vividos en esa pretemporada. Un ERE deportivo, la limitación de fichas profesionales y los problemas de inscripción generaban una losa constante en las primeras fechas del campeonato. Entrenar era duro y competir más si cabe. De hecho, el primer partido ante el Tenerife estuvo en el aire.
Pese a todos esos problemas, Sergio Pellicer cerró filas con su plantilla y se dedicó a trabajar con las herramientas disponibles. El Málaga logró firmar 14 puntos de los 24 posibles. 4 victorias, dos empates y dos derrotas. Unos números que le permitieron de manera testimonial dormir en la octava fecha del campeonato en puestos de liguilla de ascenso allá por el 24 de octubre de 2020. Un partido que acabó en tablas ante el Mirandés, precisamente de José Alberto. El fútbol y sus casualidades.
Anoche, volvió a pasar lo mismo. El triunfo del Málaga ante el Girona y la ayuda recibida en el Lugo-Huesca hacen que los de José Alberto sean sextos en la clasificación. El fuerte arranque de los malaguistas como local, siete puntos de nueve posibles, permite soñar a la afición.
Es decir, se busca que la plaza ocupada no sea temporal. Para ello deberá refrendar su buen momento de fútbol y ‘alegría’ generalizada superando sus dos próximos envites de alta montaña: Ponferradina y Sporting de Gijón, ambos lejos de La Rosaleda. Lo que está claro es que nadie le quita esta ‘peculiar’ efeméride al Málaga, que duerme en zona privilegiada 324 días después.
