El cambio radical ha llegado a Martiricos en todos los sentidos, desde la perspectiva táctica hasta la faceta goleadora. Tres partidos con el argentino al frente, tres partidos en los que se ha mojado y es que el Málaga de Guede golpea primero. El conjunto blanquiazul presume de una dinámica en la que siempre se adelanta en el marcador, lo cual tiene una lectura positiva y otra negativa, tal y como reconoció el míster en la comparecencia posterior a la conquista del líder.
La buena es obvia y donde más se ha visto es en La Rosaleda. Brandon Thomas se encaprichó con anotar a los cuatro minutos frente al Valladolid y decidió hacer lo mismo el pasado sábado contra el Eibar. No obstante, sobre la alfombra de Butarque tardó más en llegar el efecto con Álvaro Vadillo desde la pena máxima allá por el 57′. A día de hoy, la media de dianas con el de Buenos Aires a los mandos es de dos por encuentro, algo que fue imposible durante la era Natxo González.
Sin embargo, el hecho de ir tan al ataque te puede llevar malas pasadas en defensa y así lo matizó en sala de prensa a la vez que se refirió a Dani Martín: «Está haciendo lo que tiene que hacer: parar. Los porteros rivales también salvan. Después de nuestro gol siempre llegan a portería: con el Valladolid pasó, Leganés nos dieron al palo y hoy igual». El Málaga de Guede golpea primero y este viernes estará por ver si dicha tónica volverá a repetirse en territorio insular sobre Las Palmas.