La acumulación de centrocampistas no se ha traducido en rendimiento o alta competitividad en la zona. Ni tampoco es abundancia de goles o en asistencias. Los cimientos son de barro para un Málaga que difícilmente tiene en esa zona del campo al jugador más regular de la temporada.
Más allá de las lesiones, prácticamente todos los integrantes de esa zona del terreno de juego, han tenido problemas físicos a lo largo del curso, el problema es deportivo. De pizarra, de fútbol, de presión mental o de todo a la vez. El bajo nivel es lo que ha marcado la regularidad en todos los centrocampistas durante las jornadas disputadas en LaLiga SmartBank. Febas (2045′), Escassi (1640′), Villalba (1221′), Alfred N’Diaye (1049′), Luis Muñoz (877′), Jozabed (870′), Genaro (659′) y Ramón (446′).
Sumando los minutos y el botín conseguido por todos esos futbolistas, el bagaje asusta. Un gol. Un tanto anotado por el paleño, si se considera pivote defensivo, y una asistencia de Fran Villalba. El resto no ha sumado por la causa. Solo Dani Lorenzo (162), ahora cedido en el Mérida, vio puerta ante el Lugo.
El máximo asistente del equipo sigue siendo Álex Gallar con tres pases de gol y Rubén Castro, autor de cinco dianas. Tampoco la retaguardia ha dado el mínimo exigible. No solo por el rendimiento colectivo sino por la aportación ofensiva. Javi Jiménez, un gol y una asistencia y Juande Rivas, una única diana.