Pudo haber sido bajo otras circunstancias, pero lo cierto es que el buen hacer no sonríe al Málaga CF desde hace mucho. La noticia de la semana era el flamante fichaje del ariete asturiano, pero el gris redebut de Adrián López desinfló un poco la ilusión por su reincorporación.
La falta de ritmo competitivo penalizó la labor del delantero. Si bien es cierto que era algo esperable, sus intervenciones en el encuentro dejaron mucho que desear. Uno de los primeros balones que tocó, de hecho, propició la pérdida que acabaría dando el gol de la victoria al Girona.
Al igual que a Genaro, no se notó a gusto al recién incorporado a la disciplina malaguista. Su asociación con el resto de compañeros no fue muy acentuada, y estuvo tratando de flotar de un lado a otro, cayendo en alguna ocasión a la izquierda. El primer atisbo de regate que lanzó no tuvo éxito, y acabó cometiendo una falta en ataque sobre el jovencísimo Pablo Moreno.
No hay que darle mucha importancia, pues fueron sus primeros minutos tras un año sin pisar un terreno de juego, pero no es lo que el Málaga necesitaba en la tarde-noche de ayer. El gris redebut de Adrián López hace mermar las esperanzas depositadas en el veterano ariete, que de recuperar un nivel adecuado podría aportar mucho al club de Martiricos. Ocho jornadas por delante para dar la talla.