El gol era -y sigue siendo- la asignatura pendiente del Málaga CF. Solo se consiguieron 27 tantos en 31 partidos, o lo que es lo mismo, una media de 0’84 dianas por encuentro. En la clasificación general de goles a favor, ostenta el penúltimo lugar de los 22 equipos, únicamente por encima del Albacete.
Y es que, desde el primer partido de liga, es algo que se le resiste al equipo. La escasa puntería y la falta de calidad en el remate son el motivo de condena para los blanquiazules. Lo curioso, sin embargo, es que su delantero centro, Armando Sadiku, está entre los 12 jugadores más anotadores del campeonato. Por lo que la ‘culpa’ no es del ‘9’, sino de sus acompañantes.
Desde la incorporación de Pellicer, las llegadas al área rival se producen con más asiduidad. Conceptos nuevos como la mayor profundidad de los laterales o el aumento de libertades para los hombres de segunda línea provocaron más acercamiento de los blanquiazules a sus enemigos, a pesar de no solventar aún esta papeleta.
El parón a causa del Coronavirus ha frenado en seco la liga y, en consecuencia, las rachas y tendencias de los equipos. Todos parten hoy de cero. Lo que ocurriese en un pasado, ya no importa. Esos fantasmas, los del gol, se solucionan con trabajo y práctica. Quizás, estos sean, las finalizaciones, de los ejercicios que más trabajen los pupilos de Pellicer en este periodo antes de volver a competir porque el gol sigue siendo la asignatura pendiente del Málaga CF.
