Nadie sale ileso de la crisis deportiva en el Málaga CF. José Alberto ya es historia y ahora el foco vuelve a la plantilla, pero también a la cúpula del club. Manolo Gaspar trabaja a contrarreloj para solventar el mayor cisma que tiene desde que asumió la dirección deportiva con dos grandes frentes abiertos: encontrar un nuevo entrenador antes del duelo en Anduva y cerrar los últimos fichajes invernales.
La plantilla vivía hoy el primer día sin el míster asturiano. La involución y la bajada de rendimiento de muchos de los actuales componentes del primer equipo han mermado el nivel en el terreo de juego. Sin el escudo de José Alberto, el foco vuelve a la plantilla y no solo por eso. De hecho, de manera escasa y puntual mostraron un mensaje de apoyo y aliento al exentrenador blanquiazul. Solo Roberto, Kevin o Paulino le agradecieron públicamente su paso por Málaga.
Con el cambio de aires en el banquillo se espera una respuesta positiva de un vestuario que no estaba tan cohesionado como parecía a principios de temporada y que en algunos momentos no ha rendido.
Pese a las recientes turbulencias, Málaga sigue siendo un destino jugoso. Para muchos. Para el que será el nuevo entrenador y también para los jugadores que quieran recalar en Martiricos. La Rosaleda es un trampolín. Recientemente, es una plaza en la que jugadores han revalorizado su nivel y se han puesto en el escaparate nacional caso de Tete Morente.
Se avecinan semanas importantes de competición en los que el vestuario tiene que dar un paso adelante y empezar a rendir de una manera más óptima en el verde. Eso sí, con rostros por conocer, se esperan un par de fichajes antes del 31 de enero, y evidentemente con un nuevo director de la nave.
