El Málaga ha visto transformarse su sobresaliente temporada en un cruel final de pesadilla donde las fuerzas y la suerte les han abandonado. No hace mucho. Apenas mes y medio, en las dos primeras semanas de abril, aseguraba virtualmente su clasificación. Andaba la competición por su jornada 34 y los de Pellicer habían sumado dos victorias consecutivas ante el Lugo y el Albacete que les ponían en la tabla con 48 puntos en la décima plaza. Se soñaba incluso con la hazaña, para un equipo muy limitado en fichas profesionales, de alcanzar los playoffs, a sólo 7 de distancia. Pero aquello tornó en pesadilla.
Siete partidos después, 21 puntos en juego, los boquerones sólo han añadido 2 a su botín. Sí, se salvaron matemáticamente con holgura, a cuatro encuentros del final de Liga. Pero los resultados están siendo tan negativos que la sobresaliente temporada que estaban firmando será recordada de otra manera no tan buena en el futuro. No es que el calendario ayudara mucho. En este tramo se han enfrentado, entre otros, al Espanyol, al Mallorca, al Leganés y al Girona. Dos ascendidos y otros dos que lucharán por ello en los playoffs.
Pero para que se entienda mejor la caída del Málaga basta echar un vistazo a la clasificación del 11 de abril, jornada 34, y ver al Girona con un solo punto más, 49, en la séptima plaza. ¿Dónde están ahora los catalanes? Pues después de siete victorias consecutivas, igualados con el Lega y el Almería a 70 puntos y con su puesto asegurado para la fase final por subir a Primera.
La clave: unos jugadores al límite
Para entender este bajonazo de los blanquiazules hay un factor principal. La plantilla ha llegado exhausta, al límite. Basta decir que Dani Barrio y Juan Soriano, porteros, han entrenado en varias ocasiones esta campaña, especialmente la última semana, para actuar como jugadores de campo. Entre sanciones y lesiones, no sale más zumo de la exprimidora. Y pueden dar gracias a que futbolistas como Escassi, Luis Muñoz, Jozabed o Caye están jugándose el tipo, participando infiltrados o con severas limitaciones físicas.
Aun así compiten, como hicieron ante el Leganés, que sólo pudo ganar en el minuto 87. También perdieron por la mínima con el Girona -gol tras córner-, el Fuenlabrada -de penalti- y el Oviedo -golazo de Lucas-. El Espanyol sí les infringió con un 3-0 un castigo injusto tras lo reflejado sobre el césped. Contra Las Palmas y el Mallorca sacaron sendos empates que les llevaron a la tranquilidad de los 50 puntos.
Todavía queda una última puesta en escena, contra el descendido Castellón en La Rosaleda. Urge acabar esta temporada y a su cruel final para que el Málaga comience a definir el nuevo proyecto, ya sin Pellicer, posiblemente con José Alberto López y sin ninguna limitación en cuanto a inscripción de futbolistas se refiere.
