El regreso del Málaga al trabajo tras el martes de descanso trajo consigo a dos futbolistas que completaron la sesión en la Federación con sus compañeros. Uno de ellos es Ismael Casas, que no parece ser el Plan A de José Alberto para el carril derecho, pero el segundo y no menos importante era el portador del brazalete hasta que un golpe en el tobillo le frenó en seco. Para el Sporting volverá el factor Luis Muñoz.
Y es que frente a la Ponferradina se presentó la prueba irrefutable de que la pizarra del asturiano pierde muchos galones sin el ‘8’. El centro de operaciones fue nulo hasta que apareció en el camino Ramón Enríquez, porque ni Escassi ni Jozabed estuvieron a la altura ante la oposición de Erik Morán y Agus Medina. Kilómetros a sus espaldas, criterio en los tiempos del partido y, en especial, colaboración en la creación desde atrás. Es curioso, porque lo que menos hubo en El Toralín es lo que más te da el de Nueva Málaga.
Otro de los frentes que se abren es el cambio de sistema. ¿4-3-3 con Escassi, Luis Muñoz y Ramón? Salvo sorpresa inesperada, el míster apostará en su regreso a casa por continuar con la misma idea: 4-4-2 con Kevin y Paulino por bandas y Brandon Thomas y Roberto en ataque… pero con el capitán junto al espetero. El Málaga necesita el factor Luis Muñoz y el ‘8’ debe liderar la nave boquerona.