Pese a no pasar aun ni 24 horas del encuentro ante el Eibar, el enfado del malaguismo con Javier Iglesias Villanueva no queda zanjado. La afición entiende que hay muchos argumentos para el estado generalizado de cólera y crispación.
Es indudable que el arbitraje fue clave en el devenir del encuentro y existen varias acciones en las que la interpretación del colegiado siempre fueron perjudiciales para el Málaga CF. Todo arrancó con la expulsión de Escassi y el posterior penalti de Aleix Febas.
La primera jugada supuso la roja directa del paleño. Acción interpretable y revisable en el VAR. Iglesias Villanueva no lo consideró así y estimó que el derribo del jugador blanquiazul era roja directa. Pese a la cercanía de Ramón y Cufré, Yanis Rahmani ya encaraba puerta si no llega a ser ‘cazado’ por el defensa malaguista.
Ni cinco minutos después, el colegiado revisó la acción de Febas sobre Corpas y pitó penalti. Una acción de VAR. El fotograma muestra el contacto, pero no mide la intensidad del mismo. Un ‘nuevo’ tipo de penalti que han nacido con este herramienta tecnológica. En Lezama, ante el Amorebieta, el Málaga tuvo uno parecido a favor en el derribo a Brandon.
El enfado del malaguismo con Iglesias Villanueva creció más si cabe con estas dos acciones y con más que se pudieron ver en el terreno de juego. El defensor del Eibar, Venancio, fue atendido en el verde de La Rosaleda alrededor de cinco minutos. El zaguero tenía sangre y una posteriormente lució un aparatoso vendaje. El reglamento es claro. Este tipo de intervenciones se deben producir fuera del campo y no fue así. Además, para más inri se descontaron 9 minutos de descuento. Luego en la segunda mitad, solo contabilizó cinco de tiempo extra.
Casi antes de acabar la primera mitad, el colegiado le perdonó una cartulina amarilla a Chema. El lateral izquierdo agarró a un jugador blanquiazul en una acción bastante similar a la de Ramón. El malaguista sí vio la cartulina, pero el del Eibar no. Casualidades o no, en la segunda mitad cometió una falta dura sobre Víctor Gómez donde podía haber sido expulsado si hubiese tenido ya la amarilla perdonada.
Un Málaga con siete amarillas y dos rojas
El mosqueo es mayúsculo por el doble rasero. Con los números en la mano, el Málaga realizó 11 faltas y su rival 13. Las consecuencias más allá de la derrota, son las nueve tarjetas que recibieron los de Guede. Siete tarjetas amarillas: Javi Jiménez, Ramón, Kevin, Paulino, Dani Barrio, Brandon y Víctor Gómez; y las dos rojas: Escassi y Luis Muñoz
Jugadores como Víctor Gómez o el propio Brandon Thomas expresaron su claro malestar al término del choque. El enfado del malaguismo con Iglesias Villanueva es interno y externo.
No se quien tiene tanto interes por que el Malaga C.F. desaparezca. Pero si es Coruñes lo entenderia. En la Coruña nos odian.
No se actualmente pero antes un club podia solicitar a la federacion que un arbitro no le arbitrara mas por sentirse perjudicado….ahora no se como esta la normativa
La roja es clara. Ningún compañero llegaba a Yanis. Febas golpea la pierna de Corpas con la intensidad de un despeje, es decir, penalty claro. Inaudito que nos anularan gol en contra por falta cometida bastantes segundos antes (de lo positivo también hay que hablar). Puede que alguna tarjeta no fuera justa, pero la intensidad es lo que tiene. Sí es una vergüenza no sacar la camilla antes, y dar sólo 5′ en 2° tiempo. En conclusión, el arbitraje no influyó en el resultado
La clave estuvo en la expulsión a Escassi, a mí entender, amarilla y falta. Roja directa me parece excesivo. A partir de ahí, el Eibar dominó, se encontró con una ayuda inesperada y que no era necesaria,además el Málaga estaba dominando al equipo vasco, con un estilo de juego que Guede – ¡ Qué bueno que viniste ! – le ha dotado de su toque personal.
En suma, el Málaga no mereció la derrota y el trencilla gallego fue un jugador más del Eibar.