La evidencia, a veces, abruma. La llegada del tercer entrenador de la temporada al Málaga CF ha provocado un cambio de rumbo en la dinámica malaguista. El prisma desde el que suele observarse es externo, pero la sensación interior es mucho más acusada. Genaro Rodríguez, en su entrevista en Radio MARCA Málaga esta misma mañana, arroja luz sobre el ‘efecto Guede’.
En primer lugar, quiso afrontar el aspecto motivacional. «Ha supuesto para el equipo un cambio de chip. Pablo desde el primer día impuso una intensidad brutal. La gente estaba enchufada desde el minuto en que llegó. Con los conocimientos tácticos muy claros, todo muy mascado y el equipo se siente bastante identificado con su mentalidad. Eso se ha visto reflejado cada fin de semana», relataba el sevillano.
Por otro lado, comentó los aspectos tangibles sobre el verde que trajo consigo el bonaerense. «Un poco más de llegada. Algo más de generación de juego y de apretar tras pérdida. Hay que hacer un balance en líneas generales. El equipo está más armado, más en bloque defensivamente. Con Natxo el equipo mejoró notablemente en elaboración, y con Pablo hemos dado un salto de calidad», concluyó en cuanto a la labor del argentino tras el paso del vasco.
Finalmente, habló de su situación personal y la variación de sus distintos roles en el terreno de juego. «Si hay que jugar de central hay que tener más templanza porque no hay nadie por detrás. Esa variación facilita la labor al grupo y al cuerpo técnico».
Un prisma a través del cual se refleja el trabajo de Pablo Adrián Guede desde dentro. Genaro arroja luz sobre el ‘efecto Guede’ y ayuda a entender cómo vive el vestuario su impacto interno.
El efecto es, hasta ahora, 4 puntos de 12. Guede puede remover y hasta zarandear, pero es como alentar a Paquirrín a que piense.