El Málaga ha hecho una clara apuesta por la cantera. Mitad por necesidad, mitad por el empuje de los que vienen pisando fuerte en La Academia. La sanción de LaLiga para los blanquiazules, solo pueden tener 18 fichas profesionales, ha dejado paso a un grupo de jugadores que son ahora mismo la referencia de la entidad de Martiricos y su columna vertebral sobre el césped. La prueba de la confianza en ellos llega en partidos como el de la última jornada ante el Logroñés. En una convocatoria de 21 jugadores, Sergio Pellicer tiró de nueve futbolistas con dorsal por encima del 25, un número que se puede ampliar si contamos entre ellos a Luis Muñoz y Juande, canteranos pero con dorsal del primer equipo.
Es por eso que Manolo Gaspar y la dirección deportiva han centrado todos sus esfuerzos en blindar la cantera dentro de las posibilidades malaguistas. Ismael Casas, Juande, Cristo, Larrubia, Ramón; todos salidos de La Academia, han firmado su ampliación de contrato con el Málaga de cara al futuro.
El primer movimiento llegó con Ismael Casas en julio. Tras disputar diez partidos oficiales con el primer equipo su ampliación de contrato fue automática. El de Linares tiene firmado hasta el curso 2022-2023. Su cláusula es de seis millones de euros en Segunda y doce en Primera. Unas cifras que han servido para ahuyentar de momento a los posibles compradores. Ismael tiene el dorsal 26 pero el lateral ha llegado a ser capitán en las primeras jornadas de Liga además de un fijo en las categorías inferiores de la selección.
El segundo en ampliar su contrato fue Juande. El cordobés firmó hasta 2023 después de renegociar una cláusula parecida a la de Ismael Casas. El Málaga prefirió que no jugará su partido diez en la última jornada de la temporada 2019-2020 para así poder cuadrar sus cuentas con el límite salarial. A cambio, el central tiene dorsal del primer equipo. Su papel este curso está siendo clave ya que es el pichichi del cuadro boquerón con cuatro goles.
Tras ellos llegó la renovación de Cristo Romero. El lateral también estampó su firma en el mes de agosto. Al igual que sus compañeros, el de Algeciras tiene contrato hasta la campaña 2022-2023. Una apuesta clara del Málaga después de que el defensa se perdiese nueve meses de competición el curso pasado. Poco a poco acumula minutos en el primer equipo y deja atrás una pesadilla que a punto estuvo de llevarse por delante su carrera.
Con David Larrubia se negoció desde finales de verano. El Málaga amplió en noviembre el contrato del de la barriada de La Luz hasta 2023. Internacional con La Rojita, Larrubia es una de las perlas llamadas a brillar en las próximas temporadas. Es por eso que Manolo Gaspar fijó en algunos millones más su cláusula de rescisión, la cual también subirá de cifra si el Málaga acaba consiguiendo el ascenso a Primera. Larrubia es todavía juvenil, pero eso no le ha impedido sumar minutos con el primer equipo.
El último en firmar fue Ramón Enríquez y lo hizo hasta 2024. El de Órgiva renovó de manera automática el pasado 13 de diciembre tras disputar quince partidos oficiales con el primer equipo. Su cláusula es de seis millones de euros en Segunda y doce en Primera. Sin duda, el canterano estrella ahora mismo tras su irrupción este curso. Ya vinieron algunos grandes a preguntar, pero la respuesta de Ramón siempre ha sido la misma. «Quiero jugar en Primera con el Málaga». Así pues, el Málaga tiene bien atado el futuro de su Academia.
