Tras el gol del empate de la Ponferradina en el minuto 74, Pellicer movía el banquillo para dar entrada al terreno de juego a Joaquín Muñoz, que realizaba su debut con el equipo de su ciudad. Entraba al campo en detrimento de Jairo Sampeiro, por la banda derecha. No pudo crear peligro y apenas pudo tocar un par de balones en unos minutos finales que claramente fueron del conjunto berciano.
“El debut llegará cuando tenga que llegar. Al final las circunstancias del partido son las que son. El míster es el que decide. No me he parado a pensarlo todavía. No sé si voy a contar con minutos esta semana. Tiene que ser muy bonito debutar en Málaga. Cuando yo tenía 10 años jamás iba a pensar que con 21 iba a jugar con el equipo de mi tierra”, decía el canterano en los micrófonos de la radio que vive el pasado miércoles.
Joaquín tuvo que abandonar Málaga con apenas 18 años, donde jugaba por aquel entonces en el Puerto Malagueño, para firmar por la cantera del Atlético de Madrid. En la siguiente temporada con el filial rojiblanco destacó notablemente en los 29 partidos que disputó en la 2 División B, lo que le llevó a debutar en Primera División a las órdenes de Simeone.
La pasada temporada, la SD Huesca se hizo en propiedad con los servicios del joven malagueño, cediéndolo a su vez al Mirandés. En Miranda de Ebro disputó 15 partidos, donde anotó un gol. En este inicio de temporada tuvo minutos con el Huesca en los tres primeros partidos del conjunto aragonés. Tras el anuncio de su fichaje por el Málaga sobre la bocina el pasado 6 de octubre, no ha podido debutar hasta el día de hoy. 39 días de un debut muy ansiado, que se retrasó por culpa de una lesión en el recto anterior.
