Con el fichaje de Jozabed, el Málaga ha atado a uno de los dos jugadores cedidos que mejor rendimiento dio en Martiricos. Manolo Gaspar ha dejado cerrado el que era uno de los objetivos primarios del mercado veraniego. El otro objetivo está situado en Almería, al menos de momento y se llama Yanis Rahmani. El cuadro rojiblanco tiene la llave del que puede ser el fichaje que más ilusión haga en La Rosaleda. Siempre con permiso de algún posible regreso emotivo. El extremo francoargelino es uno de los jugadores más deseados de la categoría de plata, pero tiene contrato con el equipo almeriense. Un Almería que deshoja la margarita para saber qué hacer con Rahmani.
El proyecto de los de Turki Al-Sheikh es tan inestable que a día de hoy solo es seguro que harán la pretemporada en Marbella, siendo posible rival en los amistosos de pretemporada del propio Málaga de José Alberto López. El jugador sabe que en principio tiene que empezar la pretemporada con los de Rubi el próximo 9 de julio. Es la única constancia que a día de hoy tiene el atacante por el que suspira el Málaga CF. Una jugada que todavía no está ni mucho menos cerrada.
El Málaga y Manolo Gaspar esperan pacientemente su oportunidad. Saben que tendrán rivales, como con casi todos los fichajes, pero también conocen la predisposición infinita de Yanis Rahmani de volver a Martiricos. Un lugar donde él mismo dijo que había vivido su temporada más feliz. La paciencia es la madre de todas las ciencias y en las oficinas malacitanas se han armado de ella para esta operación. Los rumores dan igual. Además, el Málaga sabe que tendrá opciones hasta el final y piensa agotar todas sus balas para un fichaje que sería la guinda a la plantilla que quiere confeccionar el cuadro boquerón. Mientras, el Almería deshoja la margarita de Rahmani. Un día sí y al otro no.
