El Oviedo llega a La Rosaleda con un incendio deportivo a su alrededor en las últimas horas. Su alcalde ha avivado la polémica y rivalidad que siempre existe con el Sporting y lo ha hecho de muy malas maneras. La rivalidad futbolística entre Oviedo y Gijón siempre está presente. Eso sí, puede acentuarse cuando algún personaje público interviene y eso fue lo que sucedió esta mañana cuando se firmaba el acuerdo de patrocinio del ayuntamiento de la capital con el conjunto azul. El alcalde ovetense, Alfredo Canteli, expresó su deseo para la cita de mañana en La Rosaleda. “Hay que ganar en Málaga y que los del pueblo no nos pasen, hay que estar delante de ellos”.
Esas declaraciones han levantado ampollas en territorio asturiano y durante la tarde del viernes no se habló de otra cosa. El partido está marcado en rojo para los dos equipos. Un Málaga que necesita cortar una racha tonta de partidos sin ganar. El Oviedo cuyas aspiraciones siguen siendo siempre las de meterse en la zona de ascenso sí o sí. El partido se presenta bonito. Dos entrenadores malaguistas y el cariño a Santi Cazorla pululando por el ambiente de una previa a la que acompaña el buen tiempo y el horario.
El cuadro malaguista, 12º en la tabla con 12 puntos, se enfrenta a un conjunto ovetense 8º en la clasificación con 15 puntos. El colegiado Miguel Sesma Espinosa arbitrará el Málaga-Oviedo. Riojano, de 29 años, que cumple su segunda temporada en Segunda División y pitó en la jornada inaugural de la presente 24/25 el Racing Club Ferrol-Málaga CF (2-2). Estará escoltado en el VAR por el canario Raúl Martín González Francés. Mientras el Málaga llega tranquilo, el Oviedo llega a La Rosaleda envuelto en una polémica regional un tanto escandalosa e inoportuna.
