Francisco de la Torre ha vuelto a hacer acto de presencia en el salón de los espejos del ayuntamiento de Málaga. El edificio ha albergado, por tercera semana consecutiva, un evento relacionado con uno de los dos grandes equipos deportivos de la ciudad, esta vez del Unicaja. Allí, el alcalde ha hablado sobre el cambio de nombre de La Rosaleda que se plantea en el Málaga CF.
No se ha mostrado dubitativo en el momento en el que se le ha lanzado la pregunta. Muchos rumores indican que el club podría estar planteándose ‘vender’ como un espacio publicitario más el nombre de La Rosaleda, y ‘el primero de todos los malagueños’ se mojó al respecto.
«A ver, eso ya lo han hecho otros clubes de la Liga. Para mí sería un adjetivo, sin más. Particularmente, prefiero La Rosaleda a secas. Es el nombre de siempre, y todos los malagueños la conocen así. Pero tampoco quiero romper la ilusión o estrategia que tenga el administrador judicial«, afirmaba.
El alcalde no dudó sobre el cambio de nombre de La Rosaleda. Un movimiento que, si bien apoya comercialmente, quizás no le despierta mucha ilusión en un apartado más tradicional. Habrá que seguir de cerca ese desenlace, pues sigue siendo objetivo primordial ese apoyo por parte de las entidades privadas a la hora de financiar este tramo final de la planificación.
Como negarse a un contrato publicitario, de duración limitada en el que solo se anexa una marca comercial, a cambio de millones, esos que hacen tanta falta. Repito de duración limitada, tal y como lo han hecho numerosos club europeos, con grandes beneficios. El debate seria si se hace por dos duros o se saca un buen contrato.