Ni el arranque de diciembre, el mes de la ilusión, le da un respiro al Málaga. La situación está en Martiricos con el agua al cuello tras la sanción de la FIFA a la entidad blanquiazul sin poder fichar hasta 2023. ¿El motivo? Los impagos al guardameta turco, que no tuvo su debut oficial bajo palos y se despidió de esta manera por redes sociales. Este fue el adiós de Cenk Gönen que nunca pudo ser, puesto que su amargo recuerdo sigue muy vivo.
Muchos son los puntos a destacar en el escrito del protagonista de «una serie Netflix» boquerona. Uno de ellos llegó a criterio personal del arquero otomano alegando una serie de factores ajenos a él, que le llevaron a tomar la decisión de rescindir su vinculación contractual de forma unilateral. Y la cosa no quedó ahí, puesto que también se refirió al apartado profesional: siempre a la sombra de Roberto y con la etiqueta de fábrica ‘segundo portero’. No obstante -y aunque no terminó de comprender la denominación del que era su equipo- tuvo palabras de ánimo por el contexto que circulaba en la Costa del Sol: «El ‘FC Málaga’ (Málaga CF) no merece la situación caótica en la que se encuentra».
Demasiada lluvia ha caído en La Rosaleda desde aquel 30 de agosto de 2019, fecha en la que Cenk Gönen publicó el adiós que nunca pudo ser. Es 8 de diciembre de 2021, han pasado 831 días y todavía se sigue hablando del turco. Y lo que es peor, cuando más escalaba el proyecto del Málaga tras coquetear con el abismo de Segunda B… y la completa y absoluta desaparición. Esta fatídica historia de amor terrorífico prosigue su camino.
