Siguen sumándose días al calendario desde aquel 22 de octubre cuando el Málaga venció al Sporting. Lejos queda ya aquel triunfo, el último en el que consiguió la victoria en La Rosaleda. Ya no es un fortín sino todo lo contrario. Desde hace cuatro meses es un lugar de puertas abiertas para cualquiera que se asome por Martiricos.
Los de Pellicer, que están en el top3 en cuanto a puntos sumados como visitante, lo pierden todo en lo que debería ser su hogar. Es uno de los que más está echando de menos el calor de sus aficionados. Justo cuando mejor parecía llegar, tras ganar en Alcorcón, con el recuerdo de la última visita del Zaragoza y de los 25.000 seguidores que acudieron aquel día a la grada, se volvió a fallar.
Los maños, que llevaban casi ocho meses sin sumar los tres puntos de una tacada a domicilio, se llevaron el triunfo. No es casualidad que sólo hubieran marcado dos goles como visitante en toda la temporada y en apenas medio tiempo ya habían anotado los mismos tantos. La Rosaleda es un chollo para quien la visita. Desde hace cuatro meses es un lugar de puertas abiertas donde cualquiera se lleva lo que con tanto esfuerzo se obtiene a cientos de kilómetros.
