Este miércoles, si nada ocurre, Iván Calero pasará por el quirófano para ser intervenido de su rodilla izquierda. Esa que se rompió durante el partido ante el Almería tras una pugna cuerpo a cuerpo con Sadiq. Luchaba con el delantero rojiblanco cuando cayó al césped golpeándose el hombro y el cuello. Sin embargo, el dolor no estaba en esa zona sino más abajo.
Aunque pudo abandonar el terreno de juego por su propio pie, las sensaciones eran muy negativas. Y se confirmaron cuando se vio que tenía roto el cruzado anterior de su rodilla, además de un esguince en el ligamento lateral interno.
La inflamación era tal que ha habido que esperar un mes -la lesión se produjo el 13 de diciembre- para ser operado. Con esa grave lesión, a Iván Calero le quedan muchos meses por delante de rehabilitación.
El madrileño, sabiendo esa circunstancia, no puso ninguna pega para ceder su ficha federativa y permitir así que el Málaga se reforzase. De ahí la llegada de Alexander González, que ya ha debutado tanto en Copa como en Liga.
Iván Calero, al que le espera el quirófano este miércoles para arreglar su rodilla izquierda, ya puede, al menos, pensar en la luz al final del túnel. Su primer día fuera del infierno debe ser el de este 13 de enero.
