El 14 de abril de 2007, primera temporada de Fernando Sanz como presidente, el Juez de lo Mercantil aprobó al Málaga un ERE. Era una de las medidas para garantizar la viabilidad del club. Muchos meses antes ya se había acogido al proceso concursal.
Por aquel entonces, fueron 14 los trabajadores afectados por el ERE. Entre ellos, tres futbolistas del primer equipo: Manu Sánchez, Chengue Morales y Marcelo Romero. Además, se encontraban en el expediente el jefe de prensa, Mariano Santiago; el histórico fisio Javier Souvirón, tres oficiales de mantenimiento, tres auxiliares administrativos, una taquillera, un peón y una dependienta de la tienda.
Las negociaciones no fueron fáciles entre lo que ofrecía el Málaga y lo que demandaban los trabajadores. Mucho peor fueron las cosas con los jugadores, a los que se les prohibió entrenar con sus compañeros durante varios meses como medida de presión para que se fueran.
Incluso un par de años después de la aprobación los despidos del ERE, los empleados y Manu Sánchez perdieron sus demandas en las que exigían recuperar sus puestos de trabajo.
Una plantilla sobredimensionada de más de 200 trabajadores
De vuelta al 2020, el Málaga vuelve a sufrir por culpa de la nefasta gestión de un Al Thani acusado de administración desleal, apropiación indebida y blanqueo de capitales. El agujero económico es tan grande que el desfase previsto para la 20/21 sólo en el coste de la plantilla entre lo permitido por LaLiga y lo que tiene comprometido es de 15 millones de euros.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que el club tiene una estructura numérica de Champions, con más de 200 trabajadores en nómina, el ERE era la única solución viable. Ya lo tenía en sus planes el administrador judicial, José María Muñoz Jiménez, nada más llegar.
Se abrirá ahora un proceso en el que, primero, se decidirán cuántos puestos se pretenden eliminar. Después, habrá que ver si hay voluntarios para marcharse. Si no los hay o no son suficientes, el club tendrá que elegir los nombres de los afectados. Y, por último, la etapa de la negociación por las indemnizaciones.
Todo, obviamente, bajo la previa admisión a trámite por orden judicial de dicho expediente.
La historia de 2007 se repite en el Málaga con la presentación de este ERE que palie su grave crisis económica. Y ojo, que lo más probable es que haya futbolistas en el mismo.