El eje sobre el que se mueve un péndulo, el peso por el que una balanza se sostiene y la clave del Málaga. De muchas formas se puede decir, pero Aleix Febas empezó desde la nada y, en cuestión de jornadas, ha pasado a ser el todo de Natxo González en su pizarra. Ya son nueve partidos con el ’14’ y en Fuenlabrada es donde más se ha comprobado. No se percibe a día de hoy una idea sobre la que no gire el centrocampista cedido en Martiricos por el Mallorca hasta final de temporada con opción de compra.
Dirigiendo al Málaga… y rompiendo estigmas
Y no es una conclusión sensorial, sino de números. 45 contactos con el balón para un 83% de efectividad en el pase -19 de 23 y uno de ellos era la asistencia frustrada a Brandon Thomas-, una ocasión de gol manifiesta que supo amargarla Belman bajo palos, 100% de acierto en regates y aquí es cuando viene el dato. Cinco entradas afortunadas y 14 duelos divididos ganados de 17 posibles. No solo dirigió al Málaga a su antojo, rompió estigmas. Defender no solo es cuestión de físico, también de actitud.
Pero claro, las pilas se le gastaron en el 79′ y en ese momento fue cuando el míster colocó a Sekou Gassama en su lugar. Un promedio de 54 toques por choque, 82% en el acierto de las entregas -80% en campo rival-, 53% en regates y 59% en duelos divididos. Jozabed, Ramón, Dani Lorenzo… Cualquiera que pongas en tres cuartos de campo se queda en la sombra de Aleix Febas, el que comenzó desde la nada y ya es el todo del Málaga. Ya puede remangarse La Cueva si lo quiere la temporada que viene.