Si para algo no gana el Málaga, es para disgustos. El empate no fue la única mala noticia del partido. Alrededor de la hora de encuentro, Luis Muñoz se tuvo que echar al suelo para abandonar con gestos ostensibles de dolor el terreno de juego.
El canterano, que ya arrastraba molestias -visibles con el tenso vendaje en la musculatura-, llevó el susto a la afición, conscientes de la importancia del malagueño para el equipo. Según el parte médico del club, el jugador sufre una sobrecarga en la cara posterior de la pierna izquierda.
No preocupa la lesión, pues no es duradera. Lo que sí preocupa es si llegará o no para la próxima cita de liga, que se disputará el martes en Galicia. Su lugar será una incógnita. La misma que se resolvió en el 86′ con el otro Luis, en este caso Hernández.
El central saltó al césped los últimos minutos de juego tras superar sus dolencias en el psoas de su pierna derecha. Pellicer le dio entrada para amarrar el resultado. Esta es la noticia positiva, la recuperación de un guerrero para la batalla frente al Lugo.