Paso adelante del equipo blanquiazul en el segundo amistoso del verano. Pequeño en cuanto brillantez, grande en compromiso. Los de Sergio Pellicer supieron mostrar una imagen más solida y compacta si bien es cierto que el choque deja claro que los retoques son necesarios para construir un nuevo Málaga. Los fichajes son vitales. La cita deja luces y sombras al igual que detalles ‘enigmáticos’ con ciertos futbolistas. Y es que de momento el equipo sigue en esa fase alfa. Repleto de canteranos, un grupo muy joven. Un ‘Baby Málaga’ al que ya le salen los colmillos.
La seña de identidad de este Málaga, a día de hoy, es su grado de intensidad y competitividad. Dos conceptos que traslada Pellicer y que deben ser clave en la nueva realidad deportiva. Dani Lorenzo, Álex Calvo, Izan Merino, Roberto, Loren o Kevin no se arrugaron en labores defensivas. El primero robó el esférico que inició el 0-1. El esfuerzo colectivo se tradujo en un meritorio triunfo, pero que no tapa las carencias existentes. Las dudas defensivas con Einar Galilea son importantes y también sorprendió la no celebración del gol de un Cristian Gutiérrez que desliza con su lenguaje corporal que salir del Málaga es una opción más que clara.
El gol cuesta, vale dinero y es necesario. Dioni afina puntería y anduvo cerca del gol. Roberto y Loren, aquella delantera que arrasó en División de Honor, volvieron a ir de la mano. Sin fortuna, con trabajo y con un Loren Zúñiga que pese a llevar el ‘9’ mantiene su idea de salir del Málaga. Queda verano, pero al ‘Baby Málaga’ le salen los colmillos. Aun así debe crecer en forma de fichajes. No solo el brío y la fuerza de la hornada joven que se pone en el verde, le valdrá para llegar al ascenso.