No es que quiera, es que lo necesita. A Al Thani le han cortado el grifo y ahí es donde más le duele al catarí. Y a sus hijos, claro está. Ninguno de ellos puede ahora sacar dinero del Málaga, ni a través de sus sueldos ni tampoco de más préstamos o líneas de crédito.
El salario de 1,44 millones anuales que tienen establecidos el jeque y sus hijos Nasser, Nayef y Rakan, ya no lo perciben. Tampoco recibe ya ninguna contribución económica Hamyan. La hija que se hacía llamar presidenta del Málaga femenino y que se vanagloriaba de no cobrar sueldo, resulta que sí cobraba 80.000 al año… como ojeadora.
Todo ello sin olvidar que las tres mansiones que disfrutaban en régimen de alquiler, más los gastos de mantenimiento y personal, procedían de las arcas del Málaga. Desde el minuto 2, el administrador judicial decidió que se cortaba el grifo también por ahí.
Además, los préstamos y créditos, de los que la jueza ya ha pedido que entregue un plan de pagos en un plazo que cumple esta semana, también eran un jugo que exprimían a más no poder.
Recuperar el control… y su poder
Por todo ello, está clara la obsesión de Al Thani por recuperar el control y la gestión del Málaga. Necesita ingresos para seguir con su alto tren de vida y el de sus hijos. Realmente, ya demostró sin pisar durante más de un año tierras españolas que el club no le ha interesado nada.
Fueron muchos los avisos de LaLiga para que se pusiera económicamente al día e hizo caso omiso. Igual que no le importa mentir con tal de que su estima no palidezca, al decir que su gestión era transparente cuando ha sido evidente por todos los estamentos futbolísticos que no ha sido así. Igual que ha cambiado de abogados como de palillo de dientes, lo ha hecho de agencia de comunicación. Ya lleva dos en apenas cuatro meses.
Eso es lo que realmente quiere el jeque. Recuperar el control para hacer y deshacer a su antojo. Ahí es donde le duele realmente a Al Thani, quien por cierto parece olvidar que BlueBay ya es, aunque de modo provisional, su socio al 49%. Le guste o no le guste.