La épica contra el Cádiz del pasado domingo es el gran e inesperado trampolín que confirma el estado de adrenalina en Martiricos. Un entorno que puede ir a más esta jornada, cuando los soldados de Pellicer disputarán el choque liguero en La Rosaleda frente al Racing. Podría ser la primera vez en toda la temporada que el cuadro blanquiazul encadene tres victorias consecutivas.
Un Racing que vive en la última posición con la amenaza del descenso pisándole los talones. El club montañés cuenta con 24 puntos en su haber y es el peor visitante de la categoría –solo 10 puntos a domicilio-. El cuadro entrenado por José Luis Oltra necesita los puntos como el oxígeno para ver el mínimo rayo de luz al final del túnel que dé las esperanzas de la permanencia.
Las dos victorias consecutivas frente al Deportivo y el Oviedo en la primera vuelta dieron un impulso que se frenó de golpe con la derrota contra la Ponferradina a domicilio allá por noviembre. El fútbol es impredecible, pero el contexto que rodea al partido da a los blanquiazules la etiqueta de favoritos para dejar los tres puntos en La Rosaleda. Se trata de una oportunidad clamorosa para romper esta maldición.
A pesar de la euforia, hay que ser realistas: el objetivo real a día de hoy y en lo deportivo pasa por la permanencia, no la lucha por el playoff. Si es cierto que la afición tiene motivos para ilusionarse: quedan 42 puntos por disputarse y la buena dinámica del equipo anima a soñar con algo más que la media tabla. Es hora de romper este mal de ojo blanquiazul.
