Era yo un niño y mi madre María Rosa, a la que le encantaba la canción española, nos recogía siempre por la tarde del antiguo Colegio Maravillas y con su programa favorito sintonizado en la antiquísima Radio Juventud.
CANCIONERO, con la sintonía y estribillo: “debajo de la capa de Luis Cándelas…”, y ésa voz penetrante, única e inconfundible del maestro en el arte de recitar radio que fue DIEGO GÓMEZ.
Cada programa con el mismo inicio: “la canción nunca es canción hasta que el pueblo las canta, y cuando el pueblo las canta, ya nadie sabe el autor”.
Diego Gómez falleció la semana pasada y su estilo radiofónico con y para presentarnos las canciones de las tonadilleras de la época quedarán siempre para el recuerdo.
Como presentaba a Rocío Jurado o a Marife de Triana, lo que iban a interpretar y los compositores de las canciones, hermanos León y Quiroga, etc.
Como otros muchos grandes de Málaga, se fue sin el debido reconocimiento de esta ciudad, madrastra para sus hijos en muchas ocasiones y acogedora en exceso en otras para los foráneos.
Viendo el partidazo del Málaga CF frente al Sabadell me acordé de él y lo personifiqué en la persona del capitán malaguista Luis Muñoz.
Otro buen encuentro del malagueño, que al igual que Diego Gómez, prefirió quedarse en su tierra que hacer caso a los cantos de sirena de allende los mares.
Otro malaguista al que ya se le criticaba su rendimiento en la primera vuelta, obviando sus lesiones y por el simple hecho de ser el jugador franquicia del equipo.
Dos goles y una excepcional colocación como adelantado en el centro del campo durante todo el envite hicieron recordar al mejor Muñoz de siempre.
Un cuadro el de Sergio Pellicer que resultó coral frente al conjunto arlequinado del bueno de Antonio Hidalgo, mucha suerte amigo mío, que demostró valentía, buen trato del balón y un fútbol de calidad aunque con poco gol.
Mientras, en la Finca de La Consula de Churriana, recuerdan la Biznaga de Oro entregada al insigne Diego Gómez, y el Nazareno de la Esperanza, ya añora su poema, recitado anualmente en la Plaza de la Constitución previa a la bendición de éste a los allí congregados cada Jueves Santo.
Sólo le restan cuatro victorias al conjunto de la capital de la Costa del Sol para sellar la permanencia.
Han reaccionado bien a un tiempo de dudas y poca certidumbre que nos hacía pensar en lo peor pero que afortunadamente ya paso.
Tres puntos de oro y a continuar en esta senda de buen fútbol que ha encontrado el
Málaga CF en las últimas jornadas.
Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.