Una victoria tras once partidos y a veinte puntos del líder de la categoría. Estos son los números puros y duros de la gestión de Víctor Sánchez del Amo al frente del Málaga CF. Da la impresión de que el puro no arde más y que el entrenador hace ya muchas jornadas que no se entera de qué va la fiesta. Este sábado volvió a equivocarse en el planteamiento y en la disposición táctica del equipo sobre el terreno de juego en la primera parte.
Sin embargo, sería injusto por mi parte criticarle por este encuentro. No tenía fichas profesionales ni para cubrir la convocatoria y los futbolistas que podía utilizar tampoco eran los mejores posibles. Entre los convocados por las selecciones nacionales, léase virus FIFA, las sanciones y los lesionados, ganarle al Cádiz CF era casi un milagro.
Pese a ello, el cuadro malaguista fue capaz de dar la cara casi todo el partido, pese a que la sensación era que ganaría el cuadro gaditano cuando y como quisiera. Y así fue, dos remates claros y sendos goles. El cuadro amarillo aplicó la ley del mínimo esfuerzo y ganó con lo justo. Un líder timorato y vago que dio una penosa impresión futbolística aunque muy superior a la de los blanquiazules. Y en el pecado llevó la penitencia porque, conforme fue pasando el partido, la “vergüenza torera” de los profesionales y canteranos malacitanos les metió en el partido.
De tal manera que el golazo del canterano Antoñín despertó a los boquerones y el larguero, primero, unido a un remate en el que se llenó de balón después, evitaron que Keko Gontán lograse el empate que hubiese sido justo.
Una jornada más no pudo ser y el Málaga CF sigue desangrándose en la clasificación al tiempo que en lo económico tiene pinta de no ser viable después de enero. Riazor puede ser el último partido de Víctor Sánchez del Amo, visto lo visto. Demasiado tarde pero no lo suficiente para que el conjunto de la capital de la Costa del Sol no evite el descenso.
Si Su Señoría no se da prisa -todo lo que han leído en el diario decano de la prensa malagueña esta semana es una falacia- el futuro económico de la entidad malacitana no existe.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.