No hay reacción de la grada contra el verdadero culpable de todos los males que aquejan al Málaga CF en esta y en las recientes temporadas: Abdullah Bin Nasser Al Thani. La afición se vuelca con el equipo para recibirlo, aunque en este último encuentro sólo hubiera una media entrada larga de aforo, pero no reacciona solicitando responsabilidades al máximo accionista del club.
Ahora, empujados por el sector de aplaudidores del jeque, algunos "valientes" se atreven a silbar a Míchel. Desde luego es el camino fácil. Criticar al entrenador y gritar "Míchel, vete ya" cuando al técnico le han dejado un equipo aceptable para la Segunda División B, normalito tirando a malo para la categoría de plata del fútbol patrio e infumable y claramente insuficiente para LaLiga Santander.
Justo ahora que el equipo empieza a jugar mejor en defensa, aunque ayer lo salvase una nueva intervención prodigiosa de Roberto. Cuando aún no se han apagado los ecos del "atraco" en el Santiago Bernabeu y el equipo empieza a dar señales de vida hay quienes ponen en tela juicio que el "míster" sea capaz de lograr el milagro de la permanencia.
El empate frente al Levante en casa ha supuesto una decepción pero también, viendo la botella medio llena, una esperanza. Un rival directo no logró ganar en La Rosaleda, el equipo no encajó ningún gol por primera vez en la temporada y no se cedió gol average alguno. Este punto se hace bueno si el equipo logra ganar en Anoeta.
En lo institucional ya conocemos que las cuentas del Málaga CF respecto al ejercicio a 30 de junio de 2017. Sólo benefician a la familia Al Thani. Todos los gastos y caprichos del presidente y sus hijos los paga la entidad malaguista. Ya sea en sueldos, adelantos varios, préstamos u otras argucias legales. Para la Junta General de Accionistas ya se anuncia subida de sueldos del jeque y del resto del Consejo de Administración. Ello afecta de lleno al tope salarial para los fichajes. Sólo recordar que en las tres ultimas temporadas este capítulo familiar sobrepasa los 30 millones de euros con absoluta impunidad.
La entidad malacitana no reduce la deuda, que se mantiene en torno a los ochenta millones de euros en bruto entre la consolidada y el fondo de maniobra. Y de los diecinueve millones de euros de superávit del ejercicio anterior apenas hay dos millones de euros en el actual. Sólo pongo algunos ejemplos. Que el máximo accionista y presidente del club, Abdullah Bin Nasser Al Thani, esté realizando esta gestión y arruinando al club en lo deportivo y en lo económico ya no me sorprende. Lo que sí lo hace es que los futuros dueños permanezcan inmóviles ante la lentitud de la justicia para resolver el juicio penal pendiente de una última resolución y que así se active el civil de una puñetera vez.
Que conociendo estas cuentas y lo que está ocurriendo en el Málaga CF, un empresario de tan reconocido prestigio en el sector turístico como Jamal Satli Iglesias no solicite medidas cautelares o la intervención judicial del club, me sorprende bastante aunque conozco su cautela y apropiada moderación en estos temas.
Esta entidad es una viña sin amo o bien con uno que sólo quiere la vendimia para él. Los futuros dueños deben de reaccionar ya o recibirán un solar como empresa a gestionar y en la más absoluta de las ruinas. S.OS., estimado Jamal.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.
