Las cosas se pueden hacer mal, peor e injustificablemente horrible. La pretemporada del Málaga CF es una auténtica chirigota, donde el gran perjudicado es el entrenador, Javi Gracia.
Primero, le suspendieron gira y torneo norteamericano que le condicionaba todo el trabajo inicial.
Posteriormente, y al regreso de los encuentros pactados de la LFP, debería haber una mini concentración en Benahavís de tres días, ahora reducida a uno y sin estadía nocturna. Vamos, una vergüenza. Aparenta que, pese a las ventas en el club, no hay un euro casi para nada que no sea pagar determinados sueldos que están por las nubes en determinados departamentos del club.
El estado del terreno de juego del estadio de atletismo y las altas temperaturas que Málaga está sufriendo desde hace una semana son un sufrimiento añadido al plantel, que durante la temporada puede pasar factura.
El club blanquiazul no ha sido capaz, pese a la cesión municipal de las instalaciones, de cuidarlas y evitar esta imagen tan lamentable. El césped provoca todo tipo de lesiones en este estado y no
permite trabajar a Javi Gracia con sus futbolistas de la forma más adecuada de cara a afrontar una nueva temporada. Y una mala preparación en este momento de la pretemporada es vital en el futuro del campeonato.
Afortunadamente para Javi Gracia la historia reciente del club costasoleño está llena de pretemporadas lamentables y llegada de futbolistas con la temporada iniciada que luego fueron
extraordinarias.
Pero hay que ser justos y exigir a los responsables del Málaga CF mayor seriedad con estos temas porque no es de recibo estar de manera continua en el ojo del huracán.
