Por fortuna, la semana que va a finalizar no ha significado un ir y venir de plañideras periodísticas o de otra índole por la eliminación copera del Málaga CF frente a los almerienses. Cualquier distracción del objetivo principal para evitar la desaparición del club debe considerarse una herejía para el malaguismo.
La palabra LIGA unida al verbo ASCENDER es la única frase que ha de analizar sintácticamente la entidad de la capital de la Costa del Sol esta temporada. Por suerte o por desgracia no hay otra. Juan Ramón Muñiz lo sabe, y aunque no tiró el partido frente al Almería CF, tampoco se dejó el traje hecho jirones tras la eliminación copera. A estas alturas de la vida, el asturiano sabe que la Copa del Rey podría haber supuesto una distracción innecesaria para el objetivo principal en caso de avanzar más allá de los octavos de final. No sería la primera vez que un ascenso se pierde por distracciones innecesarias.
Lo que nos ocupa esta noche es el Cordoba CF, que de un tiempo a esta parte se ha convertido en un punto de inflexión para el malaguismo. El último cisma cordobés en La Rosaleda terminó con la dimisión de Juande Ramos y un lío en la portería malaguista de padre y muy señor mío. Esta vez puede suponer la quinta victoria costasoleña y un colchón de puntos extraordinario para los de Muñiz vista la irregularidad existente en la Liga 123.
En cualquier caso el Málaga CF lo tiene claro: una copa menos y un ascenso más.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.
