La gran victoria del sensacional MÁLAGA CF de Javi Gracia en el Camp Nou ha escocido a muchos y, de paso, ha marcado a otros definitivamente. Los malaguistas se adelantaron con un golazo de Juanmi, qué tremendo jugador entre líneas, que aprovechó un error garrafal de Alves y el excelente balón en largo de su portero Kameni.
Gol de los de antes, de partido de barrio, de los que ponen los pelos de punta por la habilidad de un conjunto de jugones con calidad y el descaro propio de la juventud. Después llegó el pie salvador de Weligton y ahí terminó el partido para el FC Barcelona, que en 180 minutos no ha disparado entre los tres palos de la portería malacitana.
El 4-4-2 y el colocar a un lateral a pierna cambiada como Torres para evitar las entradas de Leo Messi por el centro, dejándole la banda derecha libre, fue un gran acierto del técnico blanquiazul.
Lo malo viene después cuando el solidario esfuerzo del club de la capital de la Costa del Sol quiere ser utilizado en beneficio del Real Madrid por la prensa madrileña, y es minusvalorado por los otros, la prensa catalana. Por ejemplo, en el As, su director, Alfredo Relaño, habla "de gran favor del Barça al Madrid", no de gran favor
del Málaga CF al club merengue. Como si los blaugranas hubiesen perdido adrede. Todo bajo un mismo prisma: el blanco.
Es curioso, igual es que no acaba de cogerle cariño a nuestra tierra, y eso que todos los años el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre le invita y organiza el foro de su medio en la Casa de la Cultura. Eso que muchos llamamos la cultura "Arriolista" en algunos dirigentes de los populares como el alcalde de este bello municipio malagueño, Joaquín Villanova.
Luego están el Sport y El Mundo Deportivo, ambos empeñados en criticar al árbitro por no señalar fueras de juego inexistentes. Sin embargo, obvian la merecida expulsión a Neymar por una durísima entrada a Darder, más la que debió ver Jordi Alba por darle dos patadas en el suelo a Juanpi. Seguro que aquí el Comité de Competición no arbitrará con el dichoso vídeo.
FIESTA MALAGUEÑA EN LA CIUDAD CONDAL, y una afición malaguista entregada a los suyos, que mira ya hacia Europa y sin miedo alguno a la parte baja de la tabla. Eso sí, el provincianismo cateto de la prensa madrileña y la de Barcelona roza ya lo esperpéntico y la estupidez más absoluta. Mientras, la Junta de Andalucía sigue machacando al club blanquiazul con la Academia a pesar de que el malaguismo militante sigue creciendo. Así no se puede votar a Susana Díaz.