Que en la Liga de las Estrellas el Málaga es tratado muchas veces como el Botones Sacarino de los tebeos de mi infancia -qué lejos queda ya-, es una realidad palmaria que llevo afirmando años.
Que el actual conjunto blanquiazul, sin los millones de euros puestos a disposición de Manuel Pellegrini y su equipo técnico en su momento, está haciendo el milagro de los panes y los peces es evidente.
Que, de paso, en el colectivo arbitral la ausencia de jugadores de renombre internacional es un acicate para castigarnos de forma permanente y a la más mínima es un hecho irrefutable.
Que en el Vicente Calderón los de Javi Gracia salieron timoratos, jugaron su peor primera parte en muchos encuentros y que la variable de Roque Santa Cruz en lugar de Amrabat no funcionó, también.
Que cuando reaccionó jugando con mayor intensidad y quitándose los complejos puso en serios aprietos al Atlético de Madrid -golazo del paraguayo, mucho mejor en el segundo tiempo-, con un buen juego de combinación, estuvo claro.
Que en ese preciso momento y tras el 2-1 mereció empatar el conjunto costasoleño y entonces apareció el lamentable Texeira Vitienes para escamotearle la posibilidad a los malagueños, es otra verdad como un templo.
Que el fuera de juego de Juanmi no fue, que se fallaron dos ocasiones cantadas y que la expulsión de Samu García fue un escándalo, así como la tarjeta amarilla a Camacho un abuso de autoridad, nos da alguna de las claves de la derrota.
Sin embargo, el flojo nivel mostrado por Miguel Torres, horrible en la ayuda y en la marca a Griezmann en el segundo gol rojiblanco, y la desacertada noche de Kameni que los colchoneros no aprovecharon para abultar más el resultado, resultaron determinantes.
Además, Samu Castillejo jugó más a hacer teatro y a simular que al fútbol mientras que Darder volvió a estar desaparecido en combate y se conectó muy poco con Juanmi casi todo el envite.
Lo bueno es que se jugó contra otro grande que no pasó por encima del Málaga en ningún momento y ya sólo queda el Real Madrid, el próximo sábado en La Rosaleda a las 20.00 horas. Victoria frente al Athletic, un robo en Mestalla, un gran empate ante el Barça, y demasiados problemas para que pudiesen ganar a los blanquiazules en los de Simeone.
21 puntos y cuando pasen Ancelotti y sus muchachos aún quedarán seis jornadas para acercarnos a los 30 puntos en la primera vuelta o rebasar la cifra. Muy bien, señores.