Vaya por delante que el Málaga CF, como ya es habitual ante los grandes, jugó un buen partido en el Vicente Calderón. No mereció perder el conjunto de Javi Gracia, que incluso tuvo ocasiones para ganar el envite. Con la intensidad que disputó el encuentro uno echó de menos algo similar en las últimas cuatro jornadas. Juanpi Añor y Recio pudieron haber marcado con un poco más de tino o si en lugar de Oblak hubiese otro portero en la portería rojiblanca. Lo malo es que desde que los blanquiazules ganaron al Betis el mister malacitano dejó de asumir riesgos en ataque y se volvió más conservador.
El Atlético tuvo que pelear contra un muro bien posicionado y que atacó con inteligencia a la denominada "Roca" de Europa en defensa. Sin embargo, Correa acertó con la inestimable ayuda de Albentosa y los del Cholo Simeone ganaron el envite. Éste empañó su gran temporada en el banquillo rojiblanco con una acción tramposa e impropia de la Liga de las Estrellas. En las postrimerías de la primera parte quiso cortar un contragolpe malaguista tirando un balón desde el banquillo y un horrible Mateu Lahoz le expulsó en el descanso.
La norma es clara: si pasa algo en el banquillo y el entrenador no identifica al responsable, éste es expulsado. Además lo lógico es que le sancionen con tres partidos. Lo peor vino después en la rueda de prensa porque no asumió su responsabilidad y culpó a uno de los chavales recogepelotas del club colchonero. Mal, muy mal Simeone en esta oportunidad.
A ello hay que unir un posible penalty de Juanfran por mano dentro del área que el colegiado interpretó involuntario. Me hubiese gustado verlo en el otro aérea para ver qué habría señalado el colegiado. Conviene recordar también una acción de Giménez sobre Camacho que debió ser roja, claro que desde el lado colchonero opinan igual sobre Weligton y Recio, aunque sus acciones no tuviesen tanta gravedad.
En definitiva, otra jornada más que se le escapa al Málaga CF sin ganar. Europa es imposible y la octava plaza empieza a apuntalarla la UD Las Palmas. Esto tiene pinta de acabar sin ninguno de los dos objetivos posteriores al de la permanencia que los de Javi Gracia se propusieron.