Lo más sencillo y cómodo en estos casos es criticar a los dirigentes del Málaga e inventarse incluso artículos críticos aunque sea a costa de la mala planificación histórica del club con las peñas y los aficionados malaguistas de la provincia.
Es normal que un sector importante de la afición se encuentre desilusionada con un presidente que no ejerce como tal, Abdullah Bin Nasser Al Thani, y con las decisiones que vienen tomando Vicente Casado, Manolo Novo y Mario Husillos, de vender a casi todas las estrellas del universo Champions League que ha tenido hasta hace poco en su plantel el club blanquiazul.
Dan la impresión de estar dejando a la entidad costasoleña como un solar, pero, siendo justos, los que de verdad dejaron a la entidad malaguista como tal fueron los gestores que dilapidaron la fortuna inicial invertida por el Grupo Nas en el club, firmando contratos y acuerdos de locura e inasumibles.
Los culpables son Antonio Fernández, Jesualdo Ferreira, Abdullah Ghubn y sus mentiras, y desde luego, Jesús Nuño y sus informes jurídicos, entre otros lo de Li Ning o la ruptura propuesta del contrato de televisión, afortunadamente resuelto a tiempo por Casado con Javier Tebas.
Algún responsable más de enjundia hubo también en su momento, pero pienso que ya no tiene sentido recordarlo. Y explico todo esto porque la salida de un señor con letras mayúsculas como es Willy Caballero ha provocado una gran desazón entre la afición. El mal explicado traspaso del paleño Portillo al Elche, por apenas 2 millones de euros al Elche, rival directo de los malacitanos por la permanencia, no es entendido por los seguidores.
La llegada de un entrenador sin el caché de Pellegrini o Schuster, como es natural, preocupa, aunque Javi Gracia se está ganando el respeto de todo el mundo muy rápidamente. Sin embargo, aquellos que ahora alzan la voz contra Casado, Novo o Husillos, que parece que han perdido un cierto status quo del que antes disfrutaban en el club, están desautorizados para hacerlo. Básicamente, porque al contrario que Radio Marca Málaga, ninguno de ellos puso en duda ni críticó la vergonzosa y penosa gestión del club cuando había dinero para crear un proyecto deportivo serio y duradero.
Para todos ellos vale aquello de “si no eres parte de la solución eres parte del problema”.