La figura del denominado aficionado 'cateto' por ser antes de otro club distinto al que representa a su tierra quedó ayer difuminada en La Rosaleda. Si había barcelonistas en el santuario blanquiazul, desde luego no eligieron la mejor noche para ver a Luis Enrique y sus pupilos. Ahora que Málaga se convierte en la pequeña Jerusalén por unos días, escenificando como en ninguna otra parte del mundo la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, Míchel y sus futbolistas han resucitado de entre las tinieblas de LaLiga.
El Málaga CF jugó el partido soñado y frente al rival más inesperado y completo de la competición. La maestría y experiencia del técnico madrileño -uno de los aciertos más importantes de Arnau el proponer su fichaje para el banquillo malaguista- han sacado a los blanquiazules de un más que posible descenso. El bueno de Gato Romero, con escasa fortuna e imponiendo poca disciplina en el vestuario, dejó al equipo hundido. Ahora que tiene un entrenador de verdad se ha levantado.
Míchel ha logrado convencer a los suyos de que tienen en sus botas más fútbol del que habían sido capaces de demostrar en las últimas 16 jornadas, y a fe que lo ha conseguido. Sandro se salió ayer ante sus excompañeros, el mejor fichaje de la temporada. El regreso de Juanpi Añor revitalizó aún más a Pablo Fornals, y el imponente Camacho junto a un entregado Recio anularon a Busquests y a André Gomes. Incluso Llorente parece recuperado para la causa y ayer protagonizó un gran partido con Luis Hernández.
En el colmo de los milagros semanasanteros, Peñaranda salió y aunque mostró carencias físicas en el ir y volver de la jugada, logró hacer un golazo anulado incomprensiblemente por Gil Manzano. El colegiado realizó un buen arbitraje hasta que expulsó a un alocado y maleducado Neymar. Luego le entró el canguelo y casi la lía. Anuló el citado gol legal a Peñaranda, no quiso ver un penalti a Fornals y terminó sacando fuera del área otro claro sobre Sergi Roberto. Unido a todo ello masacró a faltas al cuadro malacitano al borde del área, a ver si a Messi se le encendía la lucecita, pero ni así pudo el FC Barcelona. Para mí, suspenso gordo.
Para cuando quiso reaccionar Luis Enrique con Iniesta en la zona ancha del terreno de juego ya fue tarde. Y lo fue, porque tanto en la primera mitad como en la segunda, cuando en alguna ocasión los azulgranas superaron la tela de araña defensiva propuesta por Míchel, se toparon con un magistral Carlos Kameni. Otra vez, al igual que en El Molinón o en el Camp Nou, ganando puntos para el equipo. Cuestión para analizar en Cuarto Milenio: y este pedazo de portero, ¿por qué tiene estos altibajos durante la temporada? Con el camerunés como anoche los costasoleños serían un claro candidato a luchar por Europa todas las temporadas. El partido terminó con el gol de Jony, aquí el milagro de Míchel es casi como el de los panes y los peces, ¡madre mía!
Para terminar, y en clave de Semana Santa, una vergüenza que el Consejo de Ministros que preside Mariano Rajoy rompiese el pasado viernes de Dolores una tradición de siglos con la Archicofradia de Jesús El Rico, la de liberar el preso. Yo no creo en las casualidades y el Ministro del Interior es sevillano y nada amigo de Francisco de la Torre y aún menos de Málaga. En fin, buena Semana Santa a todos ahora que el Malaga CF ha resucitado.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.
