Como afirmé tras el encuentro frente al Getafe, el técnico alemán Bernd Schuster no continuará en el Málaga la próxima temporada. La ruptura a tres bandas de éste con la entidad blanquiazul es absoluta.
Primero, se las tuvo con la afición malacitana después del encuentro frente al Real Valladolid. El rifi rafe con los seguidores, con los que luego no se disculpó, le dejó tocado con ellos a ojos de la directiva.
En segundo lugar, defenestró tras el partido ante el Elche a sus propios jugadores. Cómo sería la historia que hasta el bueno de Willy Caballero le envió un serio aviso: «que nos lo diga a la cara«, afirmó desafiante.
Y por último, puedo afirmar que en la zona noble ya no cuentan con él. Es más, hace unos días que lo sabe y que Mario Armando Husillos está buscando un nuevo entrenador con juventud, hambre y las lógicas ganas de hacer algo grande en el Málaga.
El Rey Schuster ha muerto. ¡Viva el Rey! Y el nuevo Rey podría ser cualquiera de estos otros entrenadores que parecen agradar a la actual dirección deportiva. A saber, Paco Jémez, Eusebio, Toril o Lopetegui. No será fácil convencer a ninguno de ellos por la situación económica del Málaga, aunque los blanquiazules siguen siendo un bombón para muchos.
Lo triste de toda esta situación es que un entrenador que ha cumplido el objetivo que le pedían al principio de temporada tenga que salir por la puerta de atrás… pero quien siembra vientos recoge tempestades. Y Schuster en ningún momento sembró adecuadamente.