El refranero español es sabio. Cuando Javier Tebas, para desgracia del fútbol español y especialmente de los clubes más modestos, ascendió a los altares de la Liga de Fútbol Profesional, ya advertí en todas las tertulias y programas en los que tengo la suerte de participar que colocar al zorro a vigilar las gallinas era mala idea.
Javier Tebas fue el precursor de la llegada de Piterman al fútbol en nuestro país, siendo el letrado que representó los intereses del entonces flamante nuevo presidente del Alavés. Todos sabemos cómo finalizó el asunto en Vitoria y posteriormente en Santander. Pero Tebas también ha sido la mano derecha en la LFP de Astiazarán, con diferencia el peor presidente de la Real Sociedad, a la que llevó a un proceso concursal y casi a la desaparición.
Prometió a los clubes de menor enjundia que les defendería y lo único que ha hecho es venderse a los grandes dándoles más cuota de poder y más prebendas, al tiempo que quiere hacer ver al resto de clubes que es bueno para la Liga mantener la hegemonía de Real Madrid y Barcelona a nivel internacional.
Ha tenido y quiere tener mano dura con los más modestos y con aquellos que tienen problemas económicos graves para colocarse medallas con el Consejo Superior de Deportes, pero es incapaz de ir seriamente contra los clubes con poder en la Liga, y mucho menos si estos representan a comunidades donde gobierna el Partido Popular, coincidente hoy por hoy con la formación en el gobierno.
Los dos casos más evidentes son Deportivo de La Coruña y Valencia CF, este último una auténtica vergüenza para el fútbol español,en particular, y para los españoles, en general, ya que con nuestros impuestos se ha rescatado a Bankia, principal acreedor valencianista, con un invento de Fundación por medio y, sin embargo, pese a su inmensa deuda, ni lo desciende ni le prohíbe jugar en Europa.
Sí se ha atrevido contra el Guadalajara, ahora parece que contra el Real Zaragoza, y cada temporada se inventa una compra venta de partidos que después de mucho ruido queda en agua de borrajas. Ahora, una vez más, insulta al presidente del Málaga obviando una realidad que todos sabemos: Al Thani, o él en nombre de un tercero, sí que invirtió y puso en el club 150 millones de euros a su llegada, cosa que no hizo ni su amantísimo Piterman ni el inversor indio en el Rácing, y ya veremos el señor Lim en el Valencia.
Es cierto que Al Thani hace mucho tiempo que tiene abandonado a su suerte al club costasoleño, como no lo es menos que invirtió los famosos 150 millones de euros en su día. Lo peor de todo es que el director general del Málaga, Vicente Casado, ha afirmado en varias ocasiones que Tebas nos ayuda mucho y que defiende la gestión malacitana en la actualidad. Ciertamente, con amigos así no hacen falta enemigos.
Igual a Tebas habria que aplicarle aquello de que, como dice el refranero español, "piensa el ladrón que son todos de su condición".
