No es ni será la última espantada de Juande Ramos de un banquillo. Lo hizo en el Sevilla FC, además de forzarla en el Real Betis y el Rayo Vallecano. Que podía ocurrir en el Málaga CF se sabía desde el momento en el que lo ficharon. No fue fácil convencerle y ya advirtió de que si no se cumplía lo que solicitaba no continuaría en su cargo ni un minuto más del necesario. Así es Juande Ramos y a su edad ya no va a cambiar.
Servidor, por detalles que no debo desvelar, ya conocía desde hace casi semana y media que estaba muy descontento con la dirección del club, con el director deportivo, que no le fichó este verano el nueve que solicitó, además de con el desgobierno en el día a día de la entidad. Por ejemplo, para que una cabeza visible pusiese en su sitio a los futbolistas del llamado núcleo duro que, según el míster, es el que manda en el Málaga CF y así es imposible que nada funcione. Y desde ese día, además de los antecedentes y lo vivido tras el encuentro de la Copa del Rey frente al Córdoba CF, yo ya sabía que la continuidad del entrenador tras el parón navideño estaba en riesgo.
Una vez más, pese a la condición de anti malaguista que muchos quieren otorgarme desde las redes sociales, por el bien del club guardé prudencial silencio y esperé a los acontecimientos. Una vez conocida la noticia, muchos han puesto de su parte para que Juande diese marcha atrás en su decisión, incluido el presidente del club Abdullah Bin Nasser Al Thani, pero no ha sido posible.
La cuestión ahora es si realmente es tan grave la salida de Juande Ramos o no lo es. El impacto mediático del twitter de Al Thani es innegable que ha sido muy negativo. Ahora bien, sii no se vendían futbolistas o se conseguían inversiones externas o más dinero de las teles, el contrato de Juande Ramos era muy dañino para las arcas blanquiazules. Es más, en la situación que está el Málaga CF, quien lo firmó no midió el coste económico para un club que no puede permitírselo. Obviemos, lógicamente, las licencias económicas que se permite el dueño.
Cada temporada que pasase, más los objetivos incluidos, ese coste de tener a Juande Ramos se multiplicaría por muchos ceros y las dificultades aumentarían. Sin Juande, parte de ese coste financiero puede ir a futbolistas y el club respirará económicamente al respecto.
El Málaga CF pierde a un gran entrenador, pero puede conseguir uno con más ilusión y que tenga necesidad de este club para lanzar su carrera profesional. Lógicamente es un riesgo pero históricamente no le ha ido mal a la entidad de Martiricos de ese modo. Algunos ejemplos: Antonio Tapia, Juan Ramón Muñiz o Javi Gracia. Además, se recuperaría la paz social con la afición, la ruptura con el vestuario pasaría a mejor vida con un nuevo técnico y Arnau podría completar la plantilla como él quiere y sin exigencias del nuevo inquilino del banquillo.
En fin, como dice el refranero español: "no hay mal que por bien no venga".