MÁLAGA Y SU SEMANA SANTA YA TIENEN UNA CARRERA OFICIAL SEVILLANA

0
71

Si lo que pretendían Pablo Atencia, presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, y los componentes de su junta directiva en San Julián, era tener una CARRERA OFICIAL SEVILLANA como recorrido oficial de la Semana Santa malagueña; mis más inceras felicitaciones ya lo han conseguido.

 

Cerrar la Semana Santa de Málaga, nuestra Semana Grande, al pueblo, a los malagueños y visitantes mediante un parque temático donde sólo unos pocos, pasando por caja  claro, puedan disfrutad de nuestras estaciones de penitencia es igual al nuevo recorrido oficial aprobado.

 

Muy tranquilos de conciencia no estarán, veremos que dicen los Estatutos y los Reglamentos en cada cofradía al respecto, los hermanos mayores que han votado a favor y no han convocado Cabildo de hermanas y hermanos para ver los apoyos con los que contaban.

 

Las cofradías que si lo han hecho, en su mayoría, han recibido un rechazo unánime al nuevo Recorrido Oficial versus Carrera Oficial Sevillana. Que dicho sea de paso, no es mejor ni peor que nuestra Semana Santa, éso si, diferente.

 

El sentir del cofrade malagueño no está con esta ola clasista que han impuesto unos determinados señores a miles de malagueñas y malagueños que sentimos nuestra Semana Santa en las calles, no sólo en el Recorrido Oficial que solo unos pocos privilegiados pueden disfrutar.

 

La Semana Santa de Málaga tiene su Tribuna de los Pobres, una escalinata de rancio abolengo, unos pulsos y cruces con los que vibra el gentío y el pueblo de la capital de la Costa del Sol.

 

Málaga y sus buenas gentes no necesitan que se las junte como un rebaño de ovejas en unas sillas, previo pago éso si, ¿verdad señor Atencia?, sin opción casi de moverse y como si estuviesen en la ópera.

 

Esta Ciudad del Paraíso como la definiera Vicente Alexandre, o la dibujase Pablo Picasso o la pregonará Antonio Banderas o Antonio Guadamuro, o recitase Paco Fadón y así por los siglos de los siglos ¡Amén!, no necesita clases de ética o religión para saber comportarse al procesionar de nuestras imágenes.

 

A orillas del Mediterráneo Andaluz sabemos guardar silencio y respeto cuando vemos pasar la imagen imponente de Nuestra Señora de la Piedad con el Señor en su regazo. Ponernos de pie al paso del Santo Sepulcro. Contener las lágrimas si al final de la Alameda se apagan las luces y vemos acercarse a Servitas con su inmenso e inconsolable dolor. Y nos sigue asombrando cada año la estación de penitencia de la Archicofradía de la Expiración, y el museo en la calle que representa la mesa de trono y la imagen del Cristo de Mariano Benlliure. O Nuestra Señora de los Dolores que acompaña a su hijo en la noche del Miércoles Santo.

 

Pero los malagueños también disfrutamos con la Congregación de Mena y La Legión, pues pese a aquellos que lo quieren prohibir, en esta bendita tierra disfrutamos de Desfiles Procesionales, por si a alguien se le ha olvidado.

 

Y damos ¡Vivas!, a los Cristos y decimos ¡Guapas!, a las vírgenes. Aplaudimos un pulso, y un cruce cofrade y una mecida de los tronos a pasito corto, marinero, ¡Olé!,  MALAGUEÑO. Le gritamos ¡Guapo, Guapo y Guapo!, al Señor de Málaga, al de la túnica blanca, gracias maestro Diego Gómez por su frase. A Nuestro Padre Jesús Cautivo al que soltamos sus manos atadas cada año para acompañarlo junto a los enfermos del Hospital Civil para bendecirlos al lado de su madre Maria Santísima de la Trinidad Coronada. Y caemos de rodillas junto al Chiquito, Jesús de la Misericordia, ¡que grande eres!, y Nuestra Señora del Gran Poder. O entonamos un baile por bulerías con el "Moreno", el Cristo de los Gitanos y su madre Maria Santísima de la O.

 

Que decir del Gaudeamus Igitur de los Estudiantes, Santo Cristo Coronado de Espinas y María Santísima de Gracia y Esperanza en la plaza del Obispo. Mientras recogemos el romero bendecido por el paso de Nuestra Señora de la Esperanza, a hombros de sus hombres de trono en el  trasatlántico de la Semana Santa malacitana.

 

Luego, sino la prohíbe también estos nuevos ilustrados cofrades de la Agrupación, debe llegar la bendición del Nazareno del Paso en la Plaza de la Constitución. Y seguimos recordando la noche iluminada de una Virgen de la Estrella que iluminó el Martes Santo malagueño cuando el barrio entero de la Victoria lloraba por el encierro forzoso del resto de sus imágenes.

 

Y así podría seguir pero solo he querido mostrarle señor Atencia una breve semblanza de lo que usted y otros insensatos quieren cargarse en nuestra pequeña Jerusalén. Porque, a nuestro estilo, forma y manera de vivir la Semana Santa de Málaga, nadie puede negarnos que en la capital de la Costa del Sol, recreamos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, como ninguna otra ciudad del mundo. La escenificación teatral, cofrade y religiosa que no nos hace mejores, pero si diferentes.

 

Con una saeta desde un balcón, con un quejido de dolor en el aire, con el sentimiento cofrade y religioso del que somos capaces en esta tierra del Señor. Están ustedes a tiempo de no cometer una tropelía con la que pasar a la peor página de la Semana Santa malacitana desde los tristes sucesos de 1931. Unos quemaron las imágenes e iglesias, ustedes pueden estar dilapidando nuestra Semana Mayor. Sin ser comparable lo uno con lo otro, es una obviedad, por desgracia el resultado puede acabar siendo el mismo.

 

Señor Atencia y directivos de la Agrupación, el enemigo de la Semana Santa, nuestras tradiciones religiosas y sentir cofrade está ahí fuera y demasiado cerca. No tengan prisa, diseñen un recorrido oficial malagueño, no de otras ciudades, respeten el sentir mayoritario del pueblo de Málaga y aúnen esfuerzos. Ahí, nos tendrán a todos. Forzando un recorrido no consensuado todo estará abocado al fracaso. Le considero más inteligente que todo éso, así que no sea usted el responsable, ni pase a la historia, como el presidente que apagó la luz y cerró la puerta de nuestro pórtico cofrade.

 

Este recorrido no es más seguro, ni aumenta la participación ciudadana, ni cumple las expectativas anunciadas. Se cierra la Semana Santa a Málaga y a los malagueños para reducirla a una especie de Carrera Oficial Sevilla, ésa es la única y auténtica realidad que muchos han ido intentando los últimos 15 años y ahora parece que han logrado imponer desde San Julian.

 

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ésto último.