La Málaga futbolística de élite se muere. Si nadie lo remedia, a día de hoy solo puede evitarlo su máximo accionista de momento, Abdullah Bin Nasser Al Thani, me niego a llamar presidente a este “impostor” de la gestión y el buen gobierno de la empresa, estamos muertos metafóricamente hablando. Un ejército de palmeros, estómagos bien agradecidos, benefactores del desgobierno de Al Thani dentro del club, aún le defienden. Por desgracia para el Málaga CF, SAD no tiene defensa.
Málaga, la primera en el peligro de la libertad, como reza una de las leyendas de su escudo, debe luchar por su club y hacerlo ya. Las instituciones, ninguneadas una y otra vez por este personaje catarí, los poderes fácticos de la ciudad, las asociaciones empresariales, los partidos políticos, la vergonzosa e inútil Federación Malagueña de Fútbol, todos los clubes malacitanos que la forman. Las peñas del club, los medios de comunicación e incluso aquellos empleados leales al conjunto de la capital de la Costa del Sol y no atados a sus sueldos o indemnizaciones futuras, que no habrá si desaparece la entidad malaguista; deben rebelarse contra el sheikh Al Thani y poner pie en pared al maltrato que su “gestión” está causando en el Málaga CF. Por supuesto, el silencio de Jamal Satli Iglesias y BlueBay, futuros gestores del club, si es que sigue habiendo club dentro de tres semanas, no ayuda. Ya deberían haber salido a la palestra públicamente para defender su parte accionarial ganada tras mucho esfuerzo y trabajo en los juzgados.
El malaguismo militante debe manifestarse desde ya y alguien debería liderar este proceso reivindicativo contra las deslealtades y falta de respeto del máximo accionista contra la masa social blanquiazul. Pero debe hacerlo toda Málaga y su provincia al unísono. Aunque sólo sea por el PIB que genera para todas las empresas de una u otra manera un club en la Liga Santander o la Liga 123. E incluso aunque fuese únicamente por no repetir la vergüenza de sufrir una segunda desaparición como club y como referente.
A Al Thani, todo lo que escribamos, digamos o hagamos igual le sigue importando un pimiento pero al menos que tenga que preocuparse por las repercusiones y porque nunca más, si se consuma lo peor Dios no lo quiera, ni él ni su familia puedan pasear por Málaga o Marbella como si nada hubiese pasado. El Málaga CF representa sentimientos, pasiones, una forma de ver la vida y vivir por y para sus colores. Éso, precisamente éso, nunca se lo podrán robar al malaguismo milite en la categoría que milite la entidad. Pase lo que pase, Abdullah Bin Nasser Al Thani pasará a la historia de este club más pronto que tarde. Usted decide si quiere hacerlo como un “ buitre carroñero” que exprimió hasta la última gota de sangre de un club señor. O como un presidente que, finalmente y en el momento cumbre, antepuso los intereses del Málaga CF y de su afición por encima de los suyos personales.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo ?sto último, amigo Fernández Mochón, que va a hacer falta.