La noche en el estadio de La Rosaleda prometía emociones fuertes para la parroquia blanquiazul. La sexta victoria consecutiva de los malaguistas en casa y las opciones de Europa en la clasificación pasaban por ganar al Granada CF en Martiricos. Sin embargo, todo salió al revés.
De entrada hay que decir que los costasoleños merecieron ganar el encuentro por muchos y variados motivos, pero ni los jugadores ni lo que es peor, Juande Ramos, supieron cerrar tácticamente el envite. De hecho, con su empecinamiento en colocar a Boyko como guardameta titular por delante de Kameni, tanto en la grada como en los medios de comunicación se ha suscitado un debate que no beneficia en nada al equipo.
Los malaguistas gozaron de ocasiones suficientes para haber incluso cerrado el triunfo en la primera mitad. Tras el gol de Camacho en un grave desajuste defensivo de los granadinos, el defensa Mikel Villanueva tuvo el segundo gol en su cabeza pero Memo Ochoa, de dulce toda la noche, evitó el tanto. Los malacitanos no supieron aumentar la ventaja antes del descanso, lo que unido a una cierta dejadez de Ontiveros, Fornals y Añor en el tramo final de la primera mitad, dejaron el 1-0 momentáneo en el marcador.
En la segunda mitad, Juande Ramos solo hizo un cambio, lo que resultó del todo incomprensible vista la marcha del partido .Y aunque su toque de atención en el vestuario sirvió para que el Málaga CF mejorase, la realidad es que no fueron capaces de cerrar el encuentro a su favor. Juankar pudo y debió marcar la ocasión de gol que él mismo se fabricó delante de un inconmensurable Ochoa. Y Llorente, además de Ontiveros, merecieron hacer lo propio pero con escasa fortuna. El de Pedro Muñoz sentó a Añor e incorporó a un Duda que reorganizó y ordenó el juego de ataque de los locales pero sin que ello aumentase la renta en el simultáneo.
En esas estábamos cuando una falta inexistente de Miguel Torres que se sacó de la manga Álvarez Izquierdo la aprovechó Kravets para empatar el derbi. Del todo inmerecido pero, de paso, dejó en evidencia a un Boyko horrible en su salida y reculando hacia la línea de gol mientras la grada se preguntaba qué ha motivado al manchego a quitarle la titularidad a un excelso Kameni esta temporada.
De todas formas, la guinda la puso una vez más un lamentable Álvarez Izquierdo, que si se inventó la falta del cuadro granadino que le costó el empate a los malaguistas aún tenía otra bala en la recámara para terminar de hundir a los blanquiazules. Casi agotado el tiempo de descuento, Duda botó una falta como los ángeles para que Llorente, llegando desde la segunda línea, rematase impecablemente al fondo de las mallas. Era el 2-1. Sin embargo, el colegiado del encuentro y su asistente decidieron anular el gol completamente legal interpretando que Mikel Villanueva, que no intervino en la jugada, sí lo estaba.
Al Málaga CF, este gravísimo error le costó dos puntos, quebrar su racha de victorias locales y dejar a las claras otras carencias que se repiten jornada a jornada y no se han corregido, lo que dificulta sus miras europeas. Corresponde al entrenador corregirlas y a la plantilla evitarlas.