Aunque suelo hacerlo en mis opiniones en Marca, el diario líder en nuestro país, no voy a recordar la película ni los actores ni el director de la misma en esta opinión. Más que nada para no extenderme innecesariamente.
El Málaga ha protagonizado una buena temporada en el curso liguero 2014-2015, impresionante primera vuelta, equipo revelación del campeonato, jugadores noveles saliéndose, veteranos que volvían por sus fueros y un entrenador extraordinario. Total, un notable alto para puntuar la mitad del curso.
En la segunda vuelta, y una vez cumplido el objetivo de la permanencia, el equipo, el entrenador, el director deportivo y los dirigentes no han sabido dar el siguiente paso y no se ha pasado de un suspenso colectivo. Se han perdido infinidad de encuentros y de la dinámica perdedora no se ha salido salvo para dar el aldabonazo en el Camp Nou, ganar al Valencia, empatar en San Mamés y parar en seco en La Rosaleda al ex campeón de Liga.
Los rivales le han cogido el truco al sistema táctico del equipo. A los futbolistas noveles, sus triquiñuelas en el uno contra uno o en el juego de combinación. A los más veteranos se les agotó la gasolina, y en defensa, así como en el centro del campo, el equipo fue como un azucarillo que se diluye en el café.
Resumen, la media de una vuelta y otra da para un aprobado alto al finalizar el campeonato. Por lo tanto, hay motivos para preocuparse de cara a la próxima temporada. Lo que una permanencia holgada esconde es demasiado. En la zona noble ya no tienen tan claro que Javi Gracia sea el entrenador ideal si las cosas se tuercen. El propio técnico alberga dudas sobre el proyecto que le están preparando Mario Armando Husillos y Vicente Casado. Ambos no han parado de afirmar que no saldrán más de dos jugadores este verano, pero el mercado y los antecedentes dicen otra cosa. Javi Gracia ya ha advertido en los micrófonos de Málaga Fm-Radio Marca que espera que cumplan lo prometido. ¿Un órdago?, ¿un aviso a navegantes?, ¿un Juande Ramos?
Y a todo esto, sin que el club tenga un presidente de verdad dirigiendo la entidad. Al Thani ni siquiera se ha atrevido a pisar el palco en el último encuentro de la temporada por miedo a una pañolada general de la grada. A ello sumamos que, con todas las cosas que se han hecho bien, el equipo sólo ha sumado 19 puntos en la segunda vuelta -media de descenso en una temporada normal-. Y también que con la salida de Sergio Sánchez hay que recomponer la defensa, y con las de Darder y Camacho, el centro del campo. Y ya veremos si no sale alguien más, pues desde luego el panorama de futuro no parece muy alentador.
Lo que la verdad esconde es muy preocupante. Los desaciertos de Husillos para reforzar el equipo -aunque en su descargo hay que decir que casi nunca puede fichar el club los primeros jugadores de su lista-, y un verano en el que aparecen en el horizonte otras tres o cuatro ventas, ponen la guinda a un pastel al que puede sobrarle nata y faltarle base.