Es pronto para criticar al Málaga CF de la presente temporada y sería de inepto por mi parte si pusiese en tela de juicio en la cuarta jornada a un entrenador de la capacidad y experiencia de Juande Ramos. Sin embargo, no es menos cierto que si el equipo sale de las Islas Afortunadas con los dos solitarios puntos que ahora mismo alberga en su mochila la primera crisis del curso liguero estará llamando a la puerta. Más si cabe teniendo en cuenta que el martes visita La Rosaleda un Eibar que es un Osasuna mejorado y el viernes hay duelo regional frente al Real Betis.
El encuentro frente a la UD Las Palmas debe ser un punto de inflexión para los blanquiazules. De ahí que sea necesario un triunfo en el estadio de Gran Canaria frente a un rival que, por fútbol y resultados, se ha convertido durante un par de jornadas en la revelación inicial del campeonato.
Los de Juande Ramos acuden con bajas importantes en la defensa y sin un nueve que sirva para el estilo de juego que agrada al míster. La concentración deberá ser máxima en defensa frente a un cuadro de Quique Setién que la pasada temporada, jugando un fútbol exquisito, lo bordó frente al FC Barcelona y el Real Madrid; y en la presente sigue teniendo un fútbol preciosista y de toque de la clásica escuela canaria.
No va a ser fácil hacerlo, desde luego, pero ganar en las Islas Afortunadas sería un gran paso adelante para los malaguistas en estos momentos. ¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.
