No ofende quien quiere sino quien puede. Lo peor es que, a veces, pretende ofender quien, aunque quiera, no puede. Durante algún tiempo sufrimos en esta redacción el insulto y el descrédito permanente por parte de un grupo de comunicación que no son ejemplo de nada salvo de servir al mejor postor, aprovechándose de subvenciones económicas y de las concesiones de licencias radiofónicas allá donde gobernaba el PSOE. De hecho, necesitan en Prisa financiación urgente y el favor de los bancos para refinanciar una deuda que, en otro país, les habría llevado a la quiebra.
El tiempo, juez insobornable, pone a cada uno en su sitio. Por eso, Málaga FM-Radio Marca se ha ganado una cuota de audiencia y un respeto inimaginable para los que nos vilipendiaban constantemente. Sólo hay una fórmula, que es la que aúna esfuerzo, trabajo, cuidado de los oyentes y un trato profesional y cercano.
No pretendemos que esta web recién estrenada alcance cuotas de audiencia en tan poco tiempo como su hermana radiofónica. Pero sí que sea un vehículo de comunicación, de consulta obligada en el futuro de las comunicaciones por internet, que ya sabéis que terminará arrinconando a la FM.
Pues bien, se ve que, a pesar de nuestra `poca importancia`, al señor Carlos Cariño, le picó que en esta emisora de radio y, por consiguiente, en esta web, se adelantara la noticia de la detención de Sebastián Echave como el supuesto filtrador del Málaga. Escribe en su columna del diario AS del sábado: «en algunas páginas webs (ninguna de ellas puntera) apareció su nombre que, por razones obvias, nosotros no vamos a reproducir«.
Es curioso porque Cariño también escribe en la web que más se benefició de las tropelías del presunto filtrador de correos electrónicos del director general. Pero nosotros sí reconocemos que la redacción de esa web en cuestión ha sido una víctima más en este asunto por los engaños y mentiras sobre la procedencia de la información. Cariño no aprende. Desde aquí le agradecemos la publicidad gratuita que nos da en un medio nacional con mucha más repercusión, todavía, que nuestra nada `puntera` web.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. El burro es el único que nunca aprende a esquivarla o sortearla en el camino. La ventaja del animal es que, al menos, se deja guiar.
