Definitivamente el Málaga y sus dirigentes no acaban de tener claro su proyecto para la próxima temporada. Hace sólo unas horas se les ha caído el entrenador que todas las quinielas daban como favorito para entrenar a los malaguistas en el curso liguero 2014-2015: Paco Jémez ha anunciado que seguirá un año más en el Rayo Vallecano.
De los otros nombres hace mucho tiempo que los más cercanos a Catar y al entorno del presidente y propietario del club, Abdullah Bin Nasser Al-Thani, aseguran que quien más agrada es Quique Sánchez Flores. Unos flecos que tienen que ver con pequeños detalles que Quique habría solicitado tienen paralizada la operación. Sin embargo, es un secreto a voces que Mario Husillos, director deportivo de la entidad, prefiere al Tata Martino si se pone a tiro. Los blanquiazules están, pues, esperando este milagro de contratación por si se diese el caso pero son conscientes de la dificultad y de que no sería un técnico de consenso con la propiedad.
Sigue sonando con fuerza el nombre de Javi Gracia, pero esta opción no es del agrado de la propiedad y aún menos de la afición malacitana.
Lo peor de todo no es el retraso en designar a un técnico, sino haber echado a Bernd Schuster sin contar con un entrenador de garantías ya contratado y de idéntico potencial al que han dejado irse con cuatro años más de contrato en vigor. Aunque aún es peor la nula previsión de futuro de los responsables al respecto.
La gestión del cese de Schuster ha sido nefasta y la previsión para la contratación del nuevo inquilino del banquillo aún peor. De momento, el Málaga se parece cada día mas a la estrofa de aquella canción de la época: `la parrala sí, la parrala no`.