Con los resultados que se han producido en esta jornada, si los de Bernd Schuster empatan o ganan en el Nuevo San Mamés, la obra blanquiazul de esta difícil temporada estará finiquitada. Pero casi que da igual porque lo que no ocurra en Bilbao se producirá una semana más tarde, también en lunes por obra y gracia de los designios de Javier Tebas y las dichosas televisiones. El objetivo del Málaga era la permanencia y esta es prácticamente una realidad tal y como se están desarrollando los acontecimientos tras el brillante triunfo malacitano ante el Granada hace ahora una semana.
Al tiempo que se finiquita una temporada empieza a prepararse la siguiente en medio de las dudas y de la nula participación del propietario del club. Cada vez tengo más claro que Abdullah Bin Nasser Al-Thani no tiene el más mínimo interés en el Málaga y que su aterrizaje en el mundo del fútbol no tenía más objetivo que los negocios que pudiera conseguir.
Ante esta tesitura la afición ya sabe a qué carta quedarse. Otra temporada como la actual y las gradas se verán despobladas y el número de abonados descenderá de forma considerable. Vicente Casado y sus consejeros han de reflexionar de cara al trabajo que se les viene encima. San Mamés también está de obras. Veremos si es una premonición positiva para los de la Costa del Sol.